Luis Castillo
Jefe y coordinador de contenidos en la Octava Sports | Radio Centro, que pone al alcance información detallada del futbol mexicano.
Lozano debe quedarse en el proceso mundialista
Es cierto que perder una Final contra Estados Unidos siempre genera hostilidad y un ambiente tenso al interior de la Selección Mexicana, pero se cometería un error tremendo el pensar que el resultado de la Final de la Nations League dicte el destino del proceso de Jaime Lozano.
Lo que hoy tiene que hacer la Federación Mexicana de Futbol es renovar a Jaime Lozano por los próximos dos ciclos mundialistas.
Un técnico mexicano trabajador, un técnico mexicano que ya tiene un título y que además va a formándose en el camino como lo debe hacer esta propia Selección.
Sería muy fácil pensar en traer a Javier Aguirre otra vez u ofrecerle una cantidad exorbitante de dinero a José Mourinho. Pero antes de cualquier otra cosa nuestro futbol tiene que pensar en un proceso. A cada rato la respuesta inmediata es cortar de tajo al entrenador, pero los jugadores siguen siendo los mismos.
Los protagonistas de la cancha, los que tienen malos resultados, los que tienen terribles rendimientos, los que prefieren ganar más dinero y dejar Europa, son los jugadores.
Los futbolistas deben empezar a ser señalados como esos responsables, no son víctimas de las decisiones de un entrenador, no. Los futbolistas como Hirving Lozano, que después de aquella tarde del 17 de junio de 2018, en Rusia no ha vuelto aparecer con trascendencia y no se puede consolidar como la figura que ha esperado tanto el fútbol mexicano.
Esos jugadores son los que tienen que empezar a responder y son además los que tienen que tomar responsabilidad de las derrotas.
Es muy fácil salir después de un partido como el de este domingo y decir que les duele mucho, que es un fracaso y que a ellos les duele más que nadie, pero es un discurso prefabricado que no sirve de absolutamente nada y que los jugadores son personas que se sienten y se perciben como intocables, como seres que bendito sean los ojos que los pueden mirar y no es así. No han sido futbolistas que estén a la altura de los momentos de presión, ni siquiera dentro de los estándares del del fútbol mexicano, que no ha sido muy complicado. Ya no se le puede ganar Estados Unidos, ya no se clasifica a Octavos de Final de una Copa del Mundo, esos futbolistas han fracasado pero fácilmente se lavan las manos.
Ojalá que la federación brinde ese entendimiento para saber que el problema de raíz no es el entrenador, el problema no es Jaime Lozano. Al contrario, hay que renovar el proceso de Jaime Lozano hasta el 2030.
Dejemos de regalar convocatorias a jugadores con cantidad de minutos bastante bajos, dejemos de vender futbolistas en el mercado Interno a costa de su desarrollo y tampoco pensemos que la solución inmediata es mandar futbolistas a Europa, porque la selección de 1994 que es una de las mejores, tenía todos sus jugadores, prácticamente dentro del fútbol mexicano.
Más que eso hay que buscar que aparezcan en estos momentos cumbre, que aparezcan en estos momentos álgidos. El futbolista mexicano debe dejar de sentirse una diva y empezar a trascender en la cancha, porque lleva muchos años escondiéndose en los entrenadores.