Con autoridad, el Atlético de Madrid logró imponerse en Mestalla por 3-1 en un duelo equilibrado en el primer tiempo, pero que los de Simeone desnivelaron en el segundo acto, en el que fueron superiores al conjunto de Valencia.
El Atlético era muy superior al Valencia y su premio llegó tras una grave pérdida de balón de Javi Fuego en el lateral del área, que acabó con un pase a Griezmann quien, desde la media luna, sacó un potente disparo raso que se coló junto a la base del poste.
Lejos de hundirse, el gol en contra despertó al Valencia, que le metió una mayor intensidad a su juego. En tan solo cuatro minutos igualó el partido, tras una gran asistencia de cabeza de Alcácer a Cheryshev, que el ruso no desaprovechó para fusilar a Oblak.
Tras el triunfo del Barcelona, al Atlético no le servía un resultado diferente a la victoria y se volcó sobre el área de Alves. De nuevo la estrategia dio sus frutos al cuadro colchonero y tras un saque de esquina Giménez peinó al segundo palo donde Fernando Torres, que apenas llevaba unos minutos en el terreno de juego, anotó el segundo gol de los suyos.
El Valencia buscó de nuevo la reacción, pero la expulsión de Aderllan Santos, a diez minutos del final, complicó aún más las cosas para el equipo local. De hecho fue el Atlético el que dispuso de las mejores ocasiones y en el tramo final del duelo Carrasco sentenció con el 3-1 definitivo.




