Un ejemplo del cambio de mentalidad

El Principito, Andrés Guardado, ha superado récords muy importantes. Nació en Guadalajara, Jalisco, el 28 de septiembre de 1986 y mide 1.69 metros. Hoy es el jugador de México con más partidos de Copa Oro, con más goles anotados y más asistencias. Es el único jugador mexicano que ha anotado en cuatro ediciones de la misma Copa y, por si fuera poco, ha igualado a Rafael Márquez como el jugador con el rol de capitán en más ocasiones, a quien con seguridad superará en su próximo partido.

Adicionalmente, hoy en día es el jugador con más partidos ganados en la Selección Mexicana; tras el encuentro con Martinica, ha llegado a 91. Supera la cifra de Claudio Suárez, con 87, y de Rafael Márquez, con 84. Además, se convirtió en el futbolista con más partidos ganados en toda la historia dentro de la Confederación del Norte, Centroamérica y el Caribe, superando a Donovan, quien logró obtener 90.

¿Por qué es importante manifestar claramente que Andrés es un punto de inflexión en el cambio de mentalidad?

Soy testigo de su debut; estuve presente cuando él y Memo Ochoa fueron llamados por primera vez a la Selección Mexicana, el 14 de diciembre de 2005, bajo el mando de Ricardo La Volpe. En aquel entonces, todavía se tenían ideas preconcebidas que dudaban de la mentalidad del jugador mexicano y se recibían desafirmaciones constantes sobre sus actuaciones. Sin embargo, el canterano del Atlas y actual elemento del Betis mostró su determinación y fortaleza mental desde el primer momento en que fue llamado a la Selección Mexicana. Son múltiples los ejemplos que podríamos seguir dando sobre su desempeño, pero es innegable que podemos tomarlo como un caso de éxito.

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Sé que falta el quinto partido, el triunfo colectivo, pero creo que podemos y debemos celebrar las evidencias de un cambio de mentalidad; Andrés Guardado es un ejemplo de ello. Aún falta mayor masa crítica, más jugadores como él que se atrevan a enfrentar a cualquier rival con la certeza de que pueden encararlos de tú a tú. Por supuesto que hay más evidencias más de jugadores mexicanos exitosos, pero hoy toca celebrar al Principito.

Estimados lectores, aprendamos de Andrés, de su determinación, su alegría y atrevimiento. Reconozcamos a más jóvenes valores para impulsarlos y apoyarlos a creer en sí mismos.

Gracias Andrés por tu ejemplo, felicidades por todo lo logrado hasta hoy.

"Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito".