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Opinión

Carlos Ponce de León

Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.

La violencia disfrazada de amor nos destruye

2017-02-20 | Carlos Ponce de León
CARLOS PONCE DE LEóN
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Ojo por ojo y todo mundo acabará ciego. Es momento de romper la cadena, es turno de los protagonistas del espectáculo para que detengan la espiral de violencia y que no la prolonguen bajo la absurda justificación del amor a los colores de su equipo.   

¿O qué esperan, la autodestrucción de nuestro querido futbol, de la industria deportiva más apasionante de nuestro país? Si estos personajes, me refiero a jugadores, técnicos o directivos, no entienden la problemática y se enganchan, alimentan con sus respuestas al vandalismo, tendrá que ser un ente como la Femexfut la que ponga el alto o sufriremos las catastróficas consecuencias de otras grandes Ligas que hoy se ahogan en su barbarie.

El salvajismo se apoderó este fin de semana de las gradas en Veracruz: aficionados de los Tiburones agredieron a los de Tigres, incluso con picahielos, sin una respuesta oportuna de la autoridad del estadio. Escena dantesca. Pero esto va más allá.  

La desesperación hizo presa del Tuca al grado de lanzar la amenaza: “¡Cuando vayan allá van a ver, son unos cobardes!”. Terrible. La violencia es el recurso del incompetente; alimentarla jamás será la solución. 

El patrón de los Tiburones le siguió. El diputado Kuri justificó el ataque de los ‘suyos’ argumentando que los aficionados regios habían incitado, y se regodeó al recordar su episodio con Codesal, al creer que porque el doctor salió de la Comisión de Arbitraje, él tuvo razón en reclamarle cuando lo hizo. Increíble. Indignante que un personaje como éste sea dueño de un club de Liga MX y, además, que sea un político, que ocupe un cargo público para velar por los intereses en un estado como el de Veracruz. 

Para acabarla, más episodios violentos se vivieron esta jornada. Cito dos: la botella que llegó al campo del estadio del Morelia y que casi le da a Sambueza, y la intromisión de La Volpe al campo en pleno partido. Aunque ya no estaba en juego el balón atenta contra el Fair Play. 

Femexfut, tienes mucho trabajo. Mucho. Desde las páginas de este diario esperamos respuestas eficaces, sanciones ejemplares  para los que sean responsables,  sin que se amparen en un puesto directivo o en sudar una playera en el campo, para detener la espiral de violencia.   

Escribía el psiquiatra Ronald Laing: “Estamos destruyéndonos a nosotros mismos con eficacia por la violencia disfrazada de amor”. No lo permitamos, que la violencia no le gane a nuestro futbol.  

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