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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Los 'apagones' del América

2018-12-04 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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El semblante de Miguel Herrera descubría todos y cada uno de los 'miedos' del americanismo… En su interior debía exclamar y preguntarse: “¿Qué carajos le pasa a mi equipo…?”

No entiendo los 'apagones futbolísticos' que, de pronto, presenta este América, pero de algo estoy seguro: si ocurren el jueves en Ciudad Universitaria o el domingo en el Azteca, Pumas lo puede y lo debe dejar fuera de la lucha por el título.

Pero el problema no es que yo no lo 'entienda'. El verdadero problema es que ni Herrera sabe lo que realmente le ocurre a este equipo mentalmente –más que futbolística o físicamente– cuando se siente satisfecho con lo que ha logrado en la cancha.

Hay un momento –que se alarga dramáticamente– donde el América no reacciona, ni al 'masaje de pecho' ni a la 'respiración boca a boca'. Los ajustes del entrenador terminan dejándolo peor. El América se tambalea 'groggy' por el césped cuando parecía tener la situación bajo control.

Sucedió la semana pasada en el estadio Nemesio Díez y volvió el domingo pasado al Azteca el reciente domingo, cuando con una ventaja de tres goles y un hombre de más que el Toluca, terminó pidiendo el tiempo, con el 'Jesús en la boca' y la angustia de sus aficionados.

El América sufre apagones. Hay algún tipo de 'enfermedad' en su futbol, pero nadie tiene, hasta ahora, el veredicto definitivo. El América no sabe lo que tiene.

Aparentemente, todo está bien. Su futbol se desprende a partir de la solidez de su mediocampo. Tiene dos 'capos' que le dan ritmo, fuerza y personalidad: el colombiano Uribe y el argentino Guido Rodríguez.

Y luego, depende del vértigo y la profundidad del paraguayo Cecilio Domínguez y la contundencia del colombiano Roger Martínez, que empieza a mostrar las condiciones que tiene y que no ha explotado totalmente en México.

La experiencia de Oribe Peralta y el ímpetu de Henry Martín aparecen en momento fundamentales del juego. Todo ello con una base defensiva desde donde parte todo en este América: Marchesín es una garantía, la línea de tres centrales no sólo aporta defensivamente, también lo hacen a la ofensiva cuando hay jugadas a táctica fija –Bruno Valdez y Aguilera–. El liderazgo del canterano Edson Álvarez –cada vez mejor– y el despliegue vertiginoso de Paul Aguilar por la banda derecha.

Y el Piojo tiene nombres como el de Renato Ibarra, el colombiano Ibargüen y la joven sensación Diego Lainez. ¿Qué le pasa a este América en cierto momento del partido?

Los números de los últimos 13 juegos del América son verdaderamente extraordinarios, tanto en triunfos como en contundencia ofensiva. No hay tampoco, por ahí, una evidencia de lo que realmente le sucedió a este equipo en la serie de los Cuartos de final.

Herrera pide que le demos reconocimiento al Toluca y está bien, se lo daremos, pero al mismo tempo habrá que reconocer que el juego se cerró, al final, más por lo que dejó de hacer el América que por lo que propuso el rival.

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El siguiente paso es realmente delicado. Pumas puede ser inferior en cuanto a plantel, inversión y calidad, pero ha recuperado y ponderado una de sus grandes esencias: luchar en cada rincón de la cancha. Pelear bajo la bandera del espíritu universitario del juego. La mayor presencia de futbolistas hechos en la cantera le ha dado a Pumas una conexión directa con su futbol.

Universidad viene de lograr toda una hazaña: echar al favorito a Tigres y al plantel más poderoso y de mayor continuidad en la historia reciente del futbol mexicano.

Un nuevo 'apagón' del América sería mortal en sus aspiraciones de alcanzar la Final. Eso lo sabe Miguel Herrera. Lo que no sabe es qué tiene su equipo en esos momentos, dónde y cómo se descompone y por qué pierde la noción, el control del juego y la moral. Los 'apagones' del América encienden la esperanza en el Pedregal. ¡Cuidado! Ahí vienen los Pumas

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