opinion.david-faitelson.malo-o-tramposo
Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

¿Malo o tramposo?

2015-12-01 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
Comparte en:
Contenido Patrocinado

Secas ya las lágrimas de las lamentaciones y apaciguados los temperamentos de las reclamaciones, el futbol mexicano se apresta para jugar a partir de este jueves las Semifinales por el campeonato. Pero los golazos de Gignac, la inteligencia de manejo de juego del América, la capacidad de Pumas como equipo y el vértigo del Toluca pudieron haber pasado a segundo término para hablar casi siempre de un tema en común: el arbitraje.  

Y la situación, del arbitraje, nos conduce directamente a dos, casi ancestrales, preguntas que ha tenido el futbol mexicano: la primera, que se refiere a si el nivel del arbitraje es realmente bajo en cuanto a calidad; y la segunda, destaca un camino sin regreso donde se cuestiona si el arbitraje es sucio, corrupto y manipula resultados de acuerdo a ciertos intereses que tiene la industria futbolística mexicana. En ese debate seguimos y parece que seguiremos atorados: ¿es malo o es sucio? ¿Cómo es el arbitraje mexicano: tiene deficiencias en su aprendizaje, desarrollo o capacidad u obedece directamente para favorecer ciertos negocios que son parte del futbol? ¿Es inepto o tramposo?, para entenderlo de manera más clara y precisa.  

Siempre he pensado que el arbitraje mexicano no es malo. Y uno de los grandes ejemplos para respaldar mi hipótesis se refiere a cómo los nombres de los silbantes mexicanos han aparecido en la escena internacional del futbol, casi siempre, más allá de una polémica normal en el juego, como personajes de gran capacidad y personalidad: Antonio R. Márquez, Rubio, los Brizio, Ramos Rizo, Bonifacio, Archundia, Marco Rodríguez, todos ellos, por cierto, hoy excelentes analistas de arbitraje en televisión, se encargaron de demostrarnos que el arbitraje mexicano tiene la capacidad de generar a exponentes serios, disciplinados y que pueden trabajar en cualquier nivel que el juego les exija. ¿Cuál es el problema, entonces? ¿Dónde está la llave que nos conduce a escenarios llenos de polémica, incredulidad, enojo y hasta fastidio como ocurre casi cada fin de semanas en las canchas mexicanas?

El tema sigue siendo para mí un asunto de intereses. El arbitraje en México no tiene fuerza, no tiene independencia, no tiene la capacidad ni el desarrollo ni la personalidad porque así lo prefieren y lo quieren  las autoridades futbolísticas. Un cuerpo arbitral vulnerable es un cuerpo arbitral manejable. Y el futbol, en México como en otras partes del mundo, es un negocio. Para cuidar todos los detalles de ese negocio es preciso tener al arbitraje controlado y manipulado.  

¿Soluciones para ello? Hay muchas. La más viable sería que el futbol en México cambiara por completo en su forma de administrar y administrarse, que el arbitraje fuese un ente independiente, con fuerza y personalidad, pero ello difícilmente los veremos usted o yo. El otro punto se refiere a la introducción de la tecnología. ¿Se imagina qué hubiese sucedido si la jugada en el gol de Fidel Martínez, de Pumas, se hubiese revisado y se hubiese demostrado, ahí mismo, en la cancha, que era inválida? ¿Habría justicia?, creo que esta postura o idea la he repetido unas 58 veces en todo el torneo. Sí, pero la tecnología es un atentado contra los intereses del futbol. El futbol parece disfrutar esa esencia de imperfecto, de polémica, de duda, de amargura, de un  sabor apegado casi siempre a la injusticia. El verdadero ‘revolucionador’ del futbol llegará el día en que el deporte permita la entrada y la ayuda de la tecnología en decisiones arbitrales. La tecnología está lejos del futbol porque los intereses están cerca del futbol.  

Yo no creo que el arbitraje en México sea malo. Me niego a pensar eso. Hay una escuela, hay bases, hay hombres que han dejado un estilo y una condición, pero también hay un escenario sucio, una cancha llena de intereses y de negocios que siempre termina vulnerando las buenas acciones y estropeándolo todo.
 
Y la realidad es que toda esta situación termina afectando al futbol y al espectáculo. Este lunes, tendríamos que resaltar que los cuatros semifinalistas son también los clubes con más puntos en el año futbolístico, que hay elementos como Gignac, Aquino, Damm, Sambueza, Benedetto, Oribe, Fidel Martínez, Sosa, Verón, Uribe, Esquivel y Talavera, entre muchos otros, que habrá que apreciar en esta Liguilla. Que el trabajo de Ricardo Ferretti, de José Cardozo, de Guillermo Vázquez y de Ignacio Ambriz ha sido muy bueno, pero no, hablamos  de “robos”, de “injusticias”, de “despojos”, de una “cancha sucia”, cuando en realidad hay otro tipo de condiciones que la pueden transformar en una “cancha limpia”.  

Las quejas de Reinoso, las del León o las del Puebla quedaran guardadas en un gigantesco archivo sin memoria que tiene el futbol mexicano. El balón seguirá rodando y nosotros preguntándonos: ¿El arbitraje es malo o tramposo?

Contenido Patrocinado