Un "tiburón" entre tiburones

A Fidel Kuri le persiguen los “fantasmas” de Emilio Maurer y quizá no sea una mera coincidencia que ambos sean muy buenos amigos.

Y Kuri, al igual que el empresario poblano, espera turno para ser nombrado, en cualquier momento, “persona non-grata” para el futbol mexicano.

-Sus horas están contadas-, le dije el miércoles por la noche en el programa de Futbol Picante de ESPN. Sonrió, arqueó las cejas, echó el cuerpo hacia atrás y dijo: “Estoy listo”.

El club Tiburones Rojos del Veracruz esta matemáticamente descendido. Ello será oficial dentro de seis partidos, cuando la temporada termine, pero Kuri pretende amparase en la 'Ley Guzmán', una adecuación al reglamento autorizada por la asamblea de dueños de equipos donde pagando 120 millones de pesos (unos 6 mdd) el equipo se mantendría en la Primera División. Pero también está claro que Kuri ha acumulado una buena cantidad de enemigos entre los propietarios de equipos, en gran parte por sus reacciones viscerales, actitudes, declaraciones y violaciones del reglamento.

El club Veracruz arrastra deudas de administraciones anteriores a la de Kuri que la FMF pretende que cumpla Kuri al momento de pagar la cuota que le mantendría en la máxima división del futbol mexicano.

Kuri está contra la pared. Primero, por el entorno que él mismo se ha gestado —incluyendo una serie de auditorías ordenas por la Secretaría de Hacienda luego de la denuncia del entrenador Guillermo Vázquez, de que el club practicaba una administración de 'dobles contratos'—, y segundo, porque la franquicia, al precio en la que se la pueden comprar —en el descenso— valdría mucho más después de pagar la 'multa' de 6 millones de dólares para permanecer en la categoría.

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La fecha emplazada para que Kuri realice el pago es el 10 de mayo, pero los primeros sondeos del propio dirigente en la cúpula federativa señalan que se está gestando un —llamémosle, 'complot'— para obligarle a vender el equipo bajo las condiciones que quieran los que pretenden ser nuevos propietarios del Veracruz.

Yo no diría que Kuri es igual que Maurer. El expropietario del Puebla y expresidente de la rama de la Primera División atentó contra algo mucho más sagrado para la Federación y el grupo en el poder: la Selección Mexicana. Y ello le costó hasta dormir una noche en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México. Pero Kuri también, a su estilo, a su manera, con ciertas exageraciones, exabruptos y algún desorden, es un personaje incómodo para los federativos. Y la orden, desde alguna parte de la asamblea, es: 'destrúyanlo, ahora que pueden...'.

El futbol en Veracruz debe tener algún tipo de 'maldición' que no le ha permitido presumir una continuidad, calma y éxito en sus gestiones administrativas. El futbol veracruzano ha tenido más 'nortes' que horizontes de sol y luz. Kuri está sobre una balsa en medio de la última tormenta que azota al futbol jarocho y él sabe que el mar está infestado de tiburones y que la Isla de los Sacrificios está cerca, demasiado cerca...

"Mire... 'y me muestra una tarjeta de presentación que saca desde la bolsa interna de su chaqueta'. "Es mi abogado. Es el mejor de todos. Yo no me voy a ir sin pelear...".