Neymar tiene mucho de marioneta confundida

I

Escribo esto desde la incredulidad. Con un café que me cuesta lo mismo que a Neymar, porque para algunos gustos no se necesita ser ridículamente millonario o saber gambetear…

Hoy podemos conformarnos con que un mocha blanco con crema batida nos sepa igual que a él sin tener que repartir un autógrafo o una ‘selfie’ en la barra, porque para los pequeños placeres no hay que vivir en París ni huir de donde eras feliz.

Neymar tiene mucho de marioneta confundida. De hilos enredados. Su padre, con desplantes de bulldog y destreza de cajero contando billetes en ventanilla, tiene tanta injerencia, desde lo personal, que hay que tomar un avión o correr si se le antojó una Perrier.

Pero existe un desplante de constante exploración, que también le pertenece.

En su paso por el Barcelona, Neymar tuvo casi los mismos cambios de ‘look’ que gambetas, que fueron poco más de mil 600.

Se confirma que los genios no se conforman. Les aburre la rutina. Pero en esa constante reinvención, que puede ser mitad innovación y otra mitad inconformidad con lo que se tiene, Ney hizo de su vida otro cambio de imagen…

“Para mal”, dirán los catalanes aferrados a las llamas de coraje de sus puros.

“Para bien”, se conversa ya en los cafés parisinos, al lado de la Torre Eiffel, que ahora es sólo un poco más pequeña que Ney…

II

“Entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero”, escuché hoy. Pero vino un paréntesis en esa oración: “Para los futbolistas”, se aclaró.

Todo cobra sentido cuando se hace esa aposición.

Aunque no parezca, el futbolista trabaja de futbolista. Qué le importa que le llamen “pesetero", qué le importa que le digan traicionero…

III

Y hago una pausa, porque las coincidencias también escriben letras. 

Ya casi me acabo el café, pero la canción “Latinoamérica” apenas empieza, suena y concuerda: “Tú no puedes comprar el viento, tú no puedes comprar el sol; no se puede comprar la lluvia, no se puede comprar el calor, tú no puedes comprar las nubes, tú no puedes comprar los colores, tú no puedes comprar mi alegría, tú no puedes comprar mis dolores”.

La canta Calle 13 - feat. Totó la Momposina, Susana Baca & María Rita.

Neymar nunca la escuchó…