contra.home.sri-lanka-sufre-ola-de-terrorismo-con-explosiones-en-iglesias-y-hoteles

Sri Lanka sufre 'ola de terrorismo' con explosiones en iglesias y hoteles

Ambulancia afuera del Santuario de San Antonio
Ambulancia afuera del Santuario de San Antonio | AP
El episodio de violencia de ocho detonaciones dejó más de 200 personas muertas y al menos 450 heridos
2019-04-21 | AP
p.paz
Comparte en:

Al menos 207 personas murieron y cientos resultaron heridas en ocho explosiones que golpearon iglesias y hoteles este domingo en Sri Lanka, según las autoridades, en el peor episodio de violencia en el país del sur de Asia desde el final de su guerra civil hace una década.

La policía impuso un toque de queda y realizó una redada a las afueras de Colombo, donde se produjeron las últimas detonaciones. Después de que la policía entrara en la localidad de Dematagoda se registraron al menos dos explosiones, al parecer cuando los ocupantes de una vivienda detonaron explosivos para evitar su arresto. La policía dijo que había al menos 450 heridos.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: GRUPO ARMADO IRRUMPE EN FIESTA Y DEJA 13 MUERTOS EN MINATITLÁN

El ministro de Defensa, Ruwan Wijewardena, describió los ataques como terrorismo y los atribuyó a extremistas religiosos. El primer ministro, Ranil Wickremesinghe, expresó su temor a que la violencia pudiera desencadenar inestabilidad en el país y su economía.

Nadie se ha atribuido la responsabilidad de las explosiones.

Así quedó la iglesia de San Sebastián tras los ataques

Las autoridades sospechan que dos de las detonaciones son obra de atacantes suicidas, indicó la fuente de seguridad, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar con la prensa. Entre los muertos había feligreses y huéspedes de hotel.

Horas más tarde se registraron otras dos explosiones a las afueras de la capital, según el brigada Atapattu, portavoz del Ejército de Sri Lanka. Una de las detonaciones ocurrió en una casa de huéspedes de Dehiwala, donde murieron al menos dos personas. La octava fue en Dematagoda, a las afueras de Colombo.

Los trabajadores locales del sector turístico estaban conmocionados por los ataques.

Los tres hoteles y una de las iglesias, el Santuario de San Antonio, en Colombo, eran frecuentados por turistas extranjeros.