A tres meses de haber sido detenido y posteriormente deportado de Estados Unidos, Julio César Chávez Jr. hizo oficial su próxima contienda profesional. El boxeador mexicano regresará a la actividad en un combate de talla internacional, a pesar de que su situación legal, derivada de un supuesto vínculo con la delincuencia organizada en México, aún está por definirse.
El anuncio de su vuelta al ring fue realizado este lunes por la tarde, con el apoyo del gobierno estatal, en un evento encabezado por el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona. Para dar mayor realce al evento, la conferencia de prensa contó con la presencia del legendario campeón mexicano, Julio César Chávez.
El propio gobernador Gallardo Cardona se encargó de oficializar la contienda a través de sus redes sociales, destacando la importancia del evento para su estado. El anuncio busca posicionar a San Luis Potosí en el mapa del boxeo internacional al inicio del próximo año.
“¡El 2026 lo empezamos con todo! Esta tarde presentamos una pelea de talla internacional que pondrá a vibrar a San Luis Potosí”, comunicó el político, generando gran expectación entre los aficionados al deporte de los puños.
¿Contra quién peleará Chávez Jr.?
El rival elegido para el regreso del 'Junior' será el boxeador argentino Ángel Julián Sacco. El enfrentamiento fue anunciado para el 24 de enero de 2026, una fecha que los seguidores de Chávez Jr. deberán apartar para presenciar su primer combate desde que regresó a territorio nacional tras su deportación.
Esta subida al cuadrilátero marcará el fin de una pausa de siete meses en la carrera de Chávez Jr. Su última aparición fue una decepcionante velada en la que enfrentó al youtuber convertido en boxeador, Jake Paul, un combate que generó duras críticas sobre su rendimiento físico y mental.
El caso de Chávez Jr.
Semanas después de esa derrota ante Jake Paul, Chávez Jr. enfrentó su peor momento personal y legal. Fue detenido por autoridades migratorias en Estados Unidos debido a una orden de aprehensión existente en su contra en México, culminando en su posterior deportación.
De esta manera, el combate en San Luis Potosí no solo representa el relanzamiento de su carrera deportiva, sino también el intento de enfocar la atención pública en el ámbito deportivo mientras se resuelve su complejo caso legal relacionado con el supuesto vínculo con la delincuencia organizada.
