Diferencias de grandes

Los grandes del futbol mexicano no son todos iguales, hay clases. Al América se le exige el título siempre, es el más presionado por su mayor tamaño.

Con Cruz Azul se convirtió en burla la falta de la corona, pero tras la sequía y la Novena, ya se le perdona incluso avanzar con un juego tan mezquino y aburrido.

El caso de las Chivas se asemeja más al de las Águilas, con una variante de la que sus más asiduos críticos se han apañado por años: por tener sólo jugadores mexicanos se le apapacha, se le demanda menos que a su eterno antagonista, pero esto no debe ser así.

En la recta final del Clausura 2022 y en el juego de anoche, el Rebaño hizo valer el peso de su plantilla. Su clase quedó exhibida con el golazo de Beltrán para el 2-1: dos paredes a toda velocidad, electrizantes, que terminan con un pase de Vega casi de espaldas a su compañero dentro del área, para dejar al 'Nene' que tocara con categoría exquisita. Es un grande al que no se aprieta como tendría que ser, pero que con estos golpes en la mesa pide a gritos que lo hagan, porque puede responder.

Y está el cuarto grande, el de menor exigencia, Pumas, que ante su presente precario en títulos y bajo presupuesto, aún le alcanza la esencia para que el resto de la afición vea cómo va sorprendiendo por el éxito, pero que hace una década este no los alcanza y todavía se le protege, incluso en humillaciones como la de anoche, se le consiente por ser de la UNAM.

Contrario a los otros tres, Universidad tiene un crédito casi inagotable gracias a su historia brillantísima, producto de una cantera legendaria, para que no se le raspe con la ira que azota a compañeros de estatus en tiempos de crisis. Pero el tiempo avanza y ese crédito se puede agotar.

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