Repechaje: utopía

Tantas cosas lindas se han escrito, dicho, pensado y vociferado sobre este pueril sistema de competencia, y de la manera tan burda de abrirle la puerta de par en par a la mediocridad y a los clubes medianos en el futbol mexicano.

Pero no puedo abstraerme de señalar mi pensar, la necesidad de expresar que esta manera de competir deslava cualquier intento de mejora es más fuerte que yo.

Me voy a colgar, o a puntualizar sobre dos equipos, de los denominados grandes, los cuales hoy festejan pírricas victorias como son clasificar en urgencia al Repechaje: Guadalajara y Pumas.

Primero voy con los de Jalisco. El pasado viernes en Mazatlán tiraron una vez a portería, una puñetera vez, y con eso fue suficiente para ganar. Ochenta siete minutos de paja, aunados a múltiples semestres exponiendo cómo no debe manejarse una organización deportiva, ¿y cuál es el premio?, Repechaje de visita ante el Puebla, entidad que con escasa materia prima maximizó su potencial.

Pues bien, los poblanos no deberían codearse con las Chivas, ya que mientras ellos fueron honorables, los de las Chivas arrastraron el poco prestigio que guardan. Pero el Repechaje los hará cruzarse, bendito Repechaje.

Ahora voy con los Pumas. El equipo universitario lleva larga época sin rumbo, sin timón, sin guía. Nos confundió, más bien se confundieron ellos, con el subcampeonato ante León, antes y después de eso groseras penurias.

Y ahora su triunfo, justo sin duda, ante Cruz Azul, lo pretenden vender como épico, heroico, nada más alejado de la verdad.

Una característica del futbol mexicano, que se refleja con frecuencia en la Selección Nacional, es que cuando no se tiene nada que perder, se liberan de responsabilidad, y se ponen jugar, total, nada puede ser peor.

Eso pasó en Ciudad Universitaria, eliminados, perdiendo tres a uno en casa, peor ridículo imposible, decidieron ir al abordaje y encontraron a un timorato equipo vestido de azul, que aceptó y consintió la rebelión.

Saliste a decir que el único responsable de la derrota fuiste tú, Juan Reynoso. Mentira, no puedes salir a justificar a un grupo de futbolistas que ante un primario equipo, y prácticamente liquidado, hayan permitido tal revuelta, imperdonable para todos, no se salvó ninguno.

La entrada a la mezquindad que significa jugar el Repechaje no puede ser considerado igual para todos. Existen clubes que dado su reciente historia y plantel estar ahí es un logro, Puebla y Atlético de San Luis, por ejemplo, para ellos, no había mayor opción.

Para los seis restantes es un inmerecido premio. Toluca, Monterrey, Guadalajara, Santos, Cruz Azul y Pumas, deben agradecer el magnánimo sistema de competencia, que les permitió un turno extra a la caja de bateo, ya que durante bastante tiempo venían siendo ponchados de manera grotesca.

En México es urgente mejorar el producto, mejorar la calidad del mismo, no hablemos de espectáculo, porque algunos se nos enojan, pero de que la calidad debe incrementarse de manera medular, de eso no existe debate.

El sistema de competencia, cualquiera que este sea, no convierte a los futbolistas en mejores por arte de magia, pero un sistema de competencia sí puede mandar equívocos mensajes.

Planea mal, trae extranjeros mediocres, pon de entrenador al amigo del dueño, cambia de director técnico frecuentemente, no formes futbolistas mexicanos, mejor recíclalos, y demás linduras. No importan un ápice,si clasificas al Repechaje, con nada salvas la temporada, y de paso tapas las horribles resoluciones realizadas durante el semestre o semestres. Qué decir si alguno se cuela a la Liguilla y le pega a uno de los candidatos.

Dejemos de engañarnos con el sobado y fútil concepto de que en el futbol mexicano cualquiera le gana a cualquier y eso es equilibrio. Los defensores de esta bazofia han hecho que la pelota en México en lugar de avanzar, ruede, ruede y ruede para atrás, no hay que ser un genio para darse cuenta de ello.

Pero en fin, que se venga el Repechaje, generará alguna emoción sin duda, y de eso nos abrazaremos, para seguir hundiéndonos en el pantano, carajo.