Chivas Femenil: No prometen grandeza, la entregan

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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El 3 de septiembre de 2017, Chivas Femenil hizo historia, se convirtieron en las primeras campeonas del futbol femenil profesional en México. No fue solo una victoria deportiva, fue un grito colectivo, una declaración de existencia.

Desde entonces, han seguido demostrando que juegan con propósito. Campeonas otra vez en 2022, semifinalistas en varias ocasiones, y con figuras como Alicia Cervantes —goleadora histórica de la liga—, Rubí Soto o Blanca Félix, que no solo representan talento, sino carácter, entrega y liderazgo. Hoy siguen siendo uno de los equipos más consistentes, con identidad clara, determinación y voluntad. Estas futbolistas representan lo que significa construir desde el corazón, desde el esfuerzo silencioso que, poco a poco, se convierte en voz.

Mientras el equipo varonil se debate entre desempeño inconstante, cambios de técnico, cuestionamientos sobre su identidad y figuras que no siempre conectan con el escudo, ellas parecen tener claro su por qué juegan y para qué lo hacen.

No se trata de comparar talentos individuales ni recursos —las condiciones aún no son equitativas—, pero sí se nota quién juega por un sueño de infancia hecho realidad y quién por la fama.

Las Chivas Femenil no solo corren 90 minutos: corren por todas las que vinieron antes y no pudieron, lo dan todo en la cancha. Y eso, hoy, las pone en una posición que no siempre se refleja en la tabla, pero sí en la entrega.

Ya sea en el terreno de juego, en la empresa, en la casa o a nivel personal, cuando se quiere alcanzar un objetivo sin morir en el intento se deben de conjuntar varias cuestiones, como tener claro el propósito, que vaya más allá de uno mismo y que se viva en congruencia con lo que eres, la gloria será la consecuencia.

Las tapatías no prometen grandeza: la entregan. No viven del nombre: lo honran. No hay reflectores exagerados ni contratos exorbitantes, pero sí compromiso visible. Esa diferencia no solo habla de futbol, habla de pasión y de liderazgo. El tipo de liderazgo que no se grita...  se demuestra.

Estas futbolistas no siempre ganan, pero sí demuestran; las distinguen sus valores y su coraje.

Chivas Femenil es un recordatorio vivo de lo que significa creer, de lo que ocurre cuando un grupo de mujeres se alinea con un "para qué" más grande que ellas mismas. Cada jugadora tiene muy claro su propósito individual y colectivo.

¿Y tú, qué tan comprometido estás con el equipo al que perteneces, conoces tu para qué? Porque al final, no se trata solo de futbol: se trata de liderazgo, de resiliencia y de propósito.

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