A una semana del millonario robo en el Museo del Louvre, las autoridades francesas detuvieron a varios sospechosos implicados en el atraco que dejó al país sin parte de su patrimonio cultural.
La fiscalía de París confirmó que los arrestos se realizaron la noche del sábado, justo cuando uno de los presuntos implicados intentaba escapar desde el Aeropuerto de Roissy, en las afueras de la capital gala, hacia Argelia. Los otros fueron localizados en operativos simultáneos, pero la fiscal Laure Beccuau no reveló el número exacto de detenidos ni si alguna de las joyas ha sido recuperada.

88 millones de euros desaparecieron en 7 minutos
El robo, que ocurrió el domingo pasado por la mañana mientras el museo ya había abierto sus puertas al público, duró menos de ocho minutos. Usando una plataforma elevadora, los ladrones escalaron la fachada, forzaron una ventana, rompieron vitrinas y huyeron como si nada. El botín está valuado en 88 millones de euros, es decir, más de 102 millones de dólares.
“El incidente fue un terrible fracaso”, declaró la directora del Louvre, que ahora enfrenta críticas por las posibles fallas en seguridad dentro del recinto más visitado del mundo.

Operación quirúrgica y profesional
La investigación fue llevada por una unidad especial de la policía dedicada a robos de alto perfil. Más de 100 agentes están movilizados para rastrear el paradero de las piezas robadas y atrapar al resto de los involucrados. La fiscalía lamentó la filtración anticipada de detalles del caso, pues advirtió que podría complicar las labores.

El botín: joyas imperiales de valor incalculable
Los ladrones no se llevaron cualquier cosa. Entre los objetos robados están un diadema de zafiros, un collar y un pendiente pertenecientes a las reinas María Amelia y Hortensa del siglo XIX. También fueron sustraídas piezas vinculadas a la emperatriz María Luisa, segunda esposa de Napoleón Bonaparte, así como el broche en forma de lazo y la diadema de diamantes de la emperatriz Eugenia.
Una de las joyas más valiosas, la corona imperial de Eugenia con esmeraldas y más de 1,300 diamantes, fue hallada posteriormente fuera del museo, dañada pero recuperable.

¿Y la seguridad del Louvre?
Aunque piezas como la Mona Lisa están protegidas por vidrio antibalas y tecnología de punta, el robo expuso vulnerabilidades. En plena remodelación de ciertas áreas, los delincuentes aprovecharon la fachada en obras para acceder directamente a la Galería de Apolo, donde se exhiben las joyas de la corona.




