Ryan Reynolds ha comenzado a desarrollar una nueva película protagonizada por Deadpool en colaboración con varios miembros de los X-Men, un proyecto independiente que aún no cuenta con el respaldo oficial de Marvel Studios.
De acuerdo con The Hollywood Reporter, el actor y productor busca dar un giro narrativo al universo mutante con una propuesta diferente, donde Wade Wilson no será el centro de atención, sino un personaje secundario que dé paso a otros mutantes.
Tras el éxito de Deadpool & Wolverine, cinta que rindió homenaje al universo mutante de Fox, Reynolds ha dejado claro que no está interesado en una cuarta entrega en solitario del personaje. En su lugar, trabaja en una historia donde tres o cuatro X-Men podrían tomar el protagonismo, permitiéndoles brillar en nuevas y sorprendentes direcciones.
“Si se convierte en un Avenger o en un X-Men, estamos al final de su viaje”, comentó durante su participación en el Time 100 Summit.
Posibles mutantes y regreso de rostros conocidos
Aunque aún no hay confirmación oficial sobre el reparto, se especula que Cynthia Erivo, protagonista de Wicked, podría interpretar a Tormenta en el futuro del MCU. Además, actores como Channing Tatum (Gambito), Patrick Stewart (Profesor X) y James Marsden (Cíclope) han sido vinculados a próximas apariciones en Avengers: Doomsday, lo que sugiere que el multiverso mutante está más vivo que nunca y podría ser clave en esta nueva producción.
Sin respaldo de Marvel, pero con total libertad creativa
El proyecto que lidera Reynolds se encuentra en etapa de desarrollo sin supervisión directa de Marvel Studios, una estrategia similar a la que utilizó para impulsar las películas anteriores de Deadpool. La meta es encontrar una historia que valga la pena presentar, antes de involucrar a los ejecutivos de Disney.
Reynolds, más productor que actor en esta etapa
Además de este ambicioso plan mutante, Ryan Reynolds está reescribiendo el guion de Boy Band, una comedia de Paramount en la que podría participar Hugh Jackman.
El actor ha afirmado que su prioridad es la producción y la escritura más que la actuación: “Estoy más apasionado por contar historias que por actuar”, aseguró.
Esta pausa creativa coincide también con su atención a temas legales relacionados con su esposa, Blake Lively.
