Del Monte Foods, una de las compañías más emblemáticas del sector alimentario en Estados Unidos, solicitó protección por bancarrota este mes, como parte de un proceso supervisado por tribunales para reorganizar sus activos y asegurar su continuidad operativa. La medida busca garantizar la venta ordenada de sus bienes y una posible reestructuración corporativa.
En su comunicado oficial, Del Monte explicó que la inflación, los altos aranceles al acero —implementados durante el gobierno de Donald Trump— y la caída en las ventas de productos enlatados fueron factores clave detrás de esta decisión. Además, la creciente tendencia de los consumidores hacia productos más saludables y frescos debilitó aún más su posición en el mercado.
A pesar de estos retos, la empresa aseguró haber conseguido 912.5 millones de dólares en financiamiento que permitirán mantener sus operaciones normales mientras transcurre el proceso legal. Según la compañía, esta bancarrota forma parte de “una venta planificada de los activos de la empresa para acelerar su recuperación y crear un Del Monte Foods más fuerte y duradero”.
De líder en conservas enlatadas
La historia de Del Monte se remonta a 1886 en California, donde se utilizó por primera vez el nombre para productos alimenticios. En 1909, la marca introdujo su escudo oficial, consolidando su identidad. Para 1957, expandió operaciones hacia México, estableciendo una planta en Irapuato, Guanajuato, por la fertilidad de sus tierras.
Su nombre surge del primer negocio que hicieron con el Hotel del Monte, ubicado en dicho estado americano. Todo comenzó como un pequeño negocio que ofrecía productos a varios lugares, pero fue hasta 1907 que comenzó con su primera fábrica debido a la alta demanda que empezó a tener, siendo así que su primer producto fue el durazno.
Del Monte también hizo historia en 1971, al convertirse en el primer gran productor de alimentos en Estados Unidos en incluir etiquetado nutricional en sus productos. Esta innovación marcó un hito en la industria y le dio reconocimiento internacional.
En 1996, la familia Abu-Ghazaleh adquirió los derechos de la corporación y un año más tarde, la retiraron de la bolsa para mantenerla bajo el control de su fondo privado, Abu Ghazaleh Investments.
Las ventas no lograron sostener el negocio
Aunque en 2024 la compañía reportó crecimiento en marcas alternativas como Joyba y caldos preparados, estos ingresos no fueron suficientes para contrarrestar la caída en las ventas de productos enlatados. La inflación de precios en los supermercados y el giro del consumidor hacia alimentos menos procesados debilitaron aún más su modelo de negocio.
Hoy, Del Monte busca sobrevivir en un nuevo escenario económico que exige adaptarse o desaparecer.
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