Los guadalupanos no conoce de distancias, frío ni cansancio. Como cada año, millones de peregrinos se lanzaron a la aventura de su vida: visitar a la Virgen de Guadalupe en su día para cantarle 'Las Mañanitas'. Y lo hicieron con fe, con flores, con amor... y hasta de rodillas.
Según las autoridades capitalinas, hasta la mañana del 12 de diciembre se había contabilizado el ingreso de 10 millones de fieles al cerro del Tepeyac. Solo del 5 al 10 de diciembre llegaron un millón, pero entre la noche del 11 y la madrugada del 12... se soltó la ola: 9 millones más entraron para cantarle las mañanitas a la Morenita.
Cantos, mandas y milagros cumplidos
El atrio y la Calzada de Guadalupe se convirtieron en un río humano. Ciclistas, caminantes, familias enteras, grupos con antorchas en mano, devotos que llegaron desde Querétaro, Hidalgo, Puebla, Veracruz, y hasta desde Estados Unidos. Todos con el mismo objetivo: ver aunque sea unos segundos la imagen de la Virgen que los hace sentir que todo va a estar bien.
Y sí, cuando el reloj marcó la medianoche, los cánticos estallaron. Las tradicionales 'Mañanitas' retumbaron entre lágrimas, aplausos y celulares al aire. Algunos cumplieron su manda de rodillas, otros acamparon con cobijas y anafres improvisados. El cansancio es evidente, pero la fe, como cada año, lo puede todo.
“El doc me dijo que era un milagro”
Los testimonios sobran. Personas que aseguran que recuperaron la salud, que encontraron trabajo o que simplemente vinieron a agradecer que siguen vivos. “El doc me dijo que era un milagro”, se escuchó decir a una señora que apenas podía caminar, pero llegó, se hincó y lloró frente al altar.
En el camino, paramédicos y Protección Civil asisten a los más cansados. La Secretaría de Seguridad Ciudadana y demás cuerpos de emergencia continúan con el operativo Guadalupe–Reyes, que estará activo hasta el último minuto de este día.
¡Y todavía faltan más!
La fiesta no ha terminado. Se espera que otros 3 millones de peregrinos arriben en las próximas horas. Las avenidas que llevan a la Basílica —como Calzada de Guadalupe, Misterios, Insurgentes Norte y Ferrocarril Hidalgo— siguen repletas. Esto no es una peregrinación, es una marea de fe que inunda la ciudad.
La Virgen del Tepeyac cumplió 494 años desde que, según la tradición, se apareció a Juan Diego. Pero en 2025, la devoción sigue tan viva como siempre. México sigue creyendo, y eso... también es un milagro.
LA FE DE LOS PEREGRINOS EN IMÁGENES
