La Marcha del Silencio de la Generación Z, anunciada como una gran movilización juvenil por la paz y la seguridad en México, terminó este domingo con una asistencia considerablemente menor a lo esperado. La concentración, convocada a través de redes sociales, comenzó en el Ángel de la Independencia, de la Ciudad de México, pero desde los primeros minutos quedó claro que el número de participantes no alcanzaría lo que se proyectaba en internet, superando apenas entre los 200 y 300 asistentes.
Mientras en redes se hablaba de una “ola juvenil”, en el terreno el panorama era otro: apenas entre cinco y diez personas vinculadas al movimiento se hicieron presentes al arranque de la marcha. La imagen más recurrente del día fue la de reporteros, curiosos y policías superando en número a los propios manifestantes. Esto generó una cascada de memes, burlas y comentarios sarcásticos en plataformas como X.
“Ninguna, no hay ni gente”: la frase que resumió la jornada
Uno de los momentos más virales provino de un video compartido en la cuenta de X @elitvoficial, donde un vendedor ambulante fue cuestionado sobre cuántas banderas de la Generación Z había logrado vender durante la protesta. Su respuesta se convirtió en el sello del evento: "Ninguna, no hay ni gente". Esa frase terminó resumido el sentir general de lo ocurrido.
Peticiones legítimas, convocatoria fallida
La movilización buscaba colocar sobre la mesa temas como seguridad, paz, combate a la corrupción, violencia, narcotráfico y mayor participación juvenil en la política. Incluso se anunció un performance frente a Bellas Artes, parte de las acciones simbólicas que el movimiento pretendía impulsar. Sin embargo, la falta de afluencia terminó opacando el propósito original.
Testigos señalaron que varios de los asistentes que llegaron al punto de reunión eran adultos y personas mayores, más que integrantes de la llamada Generación Z. Esto alimentó aún más los comentarios respecto a la desconexión entre la convocatoria digital y la presencia física.
El contraste entre redes y realidad
En redes, miles compartieron la convocatoria durante días. En la calle, el resultado fue distinto. Los videos mostraban grupos mínimos avanzando hacia el Centro Histórico mientras usuarios publicaban comparaciones con marchas multitudinarias pasadas. Las críticas también señalaron que el movimiento juvenil parece seguir sin lograr una estructura organizativa sólida fuera del ámbito digital.
Aun así, el esfuerzo de quienes sí asistieron fue reconocido por algunos sectores, que pidieron no minimizar las causas originales de la manifestación, aunque la ejecución haya sido pobre.
