El cantante de corridos tumbados Hassan Emilio Kabande Laija, mejor conocido como Peso Pluma, se ha visto involucrado en señalamientos que lo vinculan con uno de los sicarios más poderosos de México: Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El Perris”. ¡Te contamos todos los detalles!

Durante la tarde del viernes 23 de mayo, Jorge Humberto Figueroa, conocido como “El Perris” o “El 27”, presunto jefe de seguridad de Los Chapitos, fue abatido durante un enfrentamiento armado en el estado de Sinaloa. Este hecho provocó que miles de internautas comenzaran a relacionarlo con el cantante mexicano.
¿Quién fue “El Perris” o “El 27”?
Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El Perris” o “El 27”, fue un narcotraficante originario de Culiacán, Sinaloa, y jefe de seguridad de Los Chapitos. Tras la captura de “El Nini”, asumió el liderazgo de Los Ninis, brazo armado del cártel. Fue señalado como operador clave en el tráfico de fentanilo hacia EE. UU. y por su participación en el “Culiacanazo”. La DEA ofrecía un millón de dólares por su captura; sin embargo, fue abatido por fuerzas especiales.

Peso Pluma y su relación con “El Perris”
En el tema “La People II”, interpretado por Peso Pluma junto a su primo Tito Double P y Joel de la P, se hace referencia al sicario mediante su alias, “El 27”, así como a “El Piyi”, personajes vinculados al Cártel de Sinaloa, célula criminal encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Este señalamiento reavivó el debate sobre si la música que hace apología del crimen organizado debería seguir sonando y comercializándose de manera masiva y legal.

El Gobierno de México y su intención de prohibir los corridos
El Gobierno de México ha abierto el debate sobre la posible prohibición de los corridos, especialmente aquellos que hacen apología del narcotráfico, debido a su presunta influencia en la normalización de la violencia y el crimen organizado. Autoridades argumentan que este tipo de música puede glorificar figuras del narco y fomentar conductas delictivas entre los jóvenes. Aunque no hay una medida oficial implementada a nivel federal, algunas entidades como Chihuahua y Sinaloa han promovido regulaciones locales.
La propuesta ha generado opiniones divididas entre defensores de la libertad de expresión y quienes exigen mayor responsabilidad cultural. El tema sigue en análisis legislativo y social.