La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya no figura entre las 100 mejores universidades del mundo. En la edición más reciente del QS World University Rankings, la institución descendió 42 lugares y quedó en la posición 136, un cambio que refleja el avance de otras universidades a nivel global y ciertos retos internos. Te decimos la razón.
¿Qué evalúa el ranking QS?
El ranking, elaborado por la firma británica QS Quacquarelli Symonds, evalúa a más de 1,500 universidades con base en seis indicadores clave:
Reputación académica
Reputación entre empleadores
Proporción profesor-estudiante
Citaciones por docente
Presencia de profesores internacionales
Presencia de estudiantes internacionales
¿Por qué la UNAM salió del Top 100?
La UNAM destaca en reputación académica y empleadora, pero sufre rezagos en indicadores como la internacionalización y el impacto de sus publicaciones científicas.
¿Por qué la internacionalización fue un punto débil?
Uno de los factores clave que explican la caída de la UNAM en el ranking es su limitada internacionalización. Aunque es reconocida globalmente, la presencia de profesores y estudiantes extranjeros sigue siendo baja en comparación con otras instituciones del top 100. Este aspecto es cada vez más relevante en los rankings universitarios.
¿Y qué pasa con la investigación científica?
El número de citaciones académicas por docente es otro aspecto en el que la UNAM se quedó corta. A pesar de su fuerte producción científica, el impacto medido por la frecuencia con que otros investigadores citan sus trabajos no crece al ritmo de otras universidades que han invertido fuertemente en visibilidad e innovación.
¿La UNAM sigue siendo líder en la región?
Sí. Aunque salió del top 100 global, la UNAM continúa siendo la mejor universidad de México y la segunda mejor de América Latina, superada únicamente por la Universidad de Buenos Aires, que se posicionó en el lugar 69 del ranking global. A nivel regional, su liderazgo sigue firme.
El retroceso en el QS World University Rankings 2026 no borra la importancia histórica ni el prestigio de la UNAM. Sin embargo, sí marca un momento de reflexión. Para mantenerse competitiva a nivel global, deberá fortalecer su presencia internacional, mejorar el impacto de su investigación y adaptarse a nuevas dinámicas académicas.
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