Cada 28 de octubre, miles de fieles se congregan en el Templo de San Hipólito, en el corazón de la Ciudad de México, para celebrar al patrono de las causas difíciles o desesperadas: San Judas Tadeo. Con túnicas verdes y blancas, estatuillas en brazos y ramos de flores, los devotos agradecen o piden milagros al santo al que muchos llaman “el que nunca falla”.
¿Quién fue San Judas Tadeo?
San Judas Tadeo fue uno de los doce apóstoles de Jesús y es considerado su pariente cercano, razón por la que en los textos bíblicos también se le llama “hermano del Señor”. Predicó el Evangelio en Mesopotamia y Persia junto a San Simón, con quien fue martirizado hacia el año 68 d.C.

Su imagen se distingue por llevar un medallón con el rostro de Cristo, símbolo de su cercanía con Jesús, y una llama sobre la cabeza que representa la inspiración del Espíritu Santo. En ocasiones sostiene un bastón o un hacha, en alusión a su labor misionera y a su martirio.
¿Por qué se celebra el 28 de octubre?
El 28 de octubre es la fecha en que San Judas y San Simón fueron martirizados por difundir la fe cristiana, y la Iglesia Católica fijó ese día para honrar su memoria.

En México, su devoción creció a mediados del siglo XX y se consolidó cuando se colocó su imagen en el altar mayor del Templo de San Hipólito, donde desde entonces recibe multitudes cada mes, especialmente los días 28.
La fe del pueblo
La figura de San Judas Tadeo ha trascendido templos y clases sociales. Es el santo de los trabajadores informales, los migrantes, los jóvenes y quienes buscan esperanza en momentos de desesperación.
Cada año, en su festividad, miles de creyentes llegan a pie desde distintos puntos de la ciudad. Algunos cargan figuras de más de un metro; otros llevan veladoras, rosarios o fotografías de familiares enfermos. La fe es el motor de esta romería que mezcla fervor religioso, identidad popular y promesas cumplidas.

Cierres y operativos en CDMX
Debido a la gran afluencia de visitantes, las autoridades capitalinas aplican operativos especiales de seguridad y movilidad. Se reportan cierres parciales en Paseo de la Reforma, Avenida Hidalgo y la calle Zarco, mientras que se recomiendan rutas alternas por Eje Central, Chapultepec e Insurgentes.
En los alrededores del templo se instalan decenas de puestos con comida, veladoras, estampas y figuras del santo, creando una atmósfera única que combina tradición, comercio y devoción.

Más allá del templo
La devoción a San Judas Tadeo también se ha extendido a otros estados como Sinaloa, Puebla y Jalisco, donde se organizan procesiones, misas y peregrinaciones en su honor.
Su imagen se ha convertido en un símbolo de esperanza, resistencia y fe popular, y cada 28 de octubre recuerda que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay una luz para quienes creen en el “santo de las causas imposibles”.




