Durante una reunión con el primer ministro canadiense, Mark Carney, Trump fue interrogado sobre el futuro del T-MEC. Aunque reconoció que el tratado ha sido eficaz para reforzar la relación trilateral en América del Norte, señaló que no ha sido respetado en su totalidad. En sus palabras:
“No, en realidad fue muy eficaz y sigue siéndolo, pero la gente tiene que seguirlo. Ese ha sido el problema, que la gente no lo ha seguido”
Asimismo, Trump calificó al TLCAN, predecesor del T-MEC, como el “peor acuerdo comercial” en la historia de Estados Unidos, y destacó que el T-MEC sirvió como una transición positiva. Sin embargo, expresó incertidumbre sobre su renovación:
“No sé si ya es necesario, pero cumplió una muy buena función, y la principal fue que eliminamos el TLCAN” .
Cabe recordar que el T-MEC, vigente desde julio de 2020, contempla una revisión obligatoria cada seis años, por lo que en 2026 deberá ser evaluado para su posible extensión o terminación.
Las declaraciones se producen en un contexto donde México y Canadá subrayan la relevancia del T-MEC para la estabilidad económica de América del Norte. Trump, con su enfoque confrontativo, ha manifestado su intención de buscar mejores condiciones comerciales si regresa al poder. Analistas advierten que sus advertencias podrían generar agitación en los mercados y afectar decisiones de inversión a corto y mediano plazo, creando un entorno de alta volatilidad por la posibilidad de renegociación y ruptura.
Las declaraciones de Trump generan incertidumbre en México y Canadá, socios comerciales clave de Estados Unidos. Ambos países han reiterado la importancia del T-MEC para la estabilidad y el crecimiento económico de la región. La posibilidad de una renegociación o eliminación del tratado podría afectar las decisiones de inversión y las relaciones comerciales trilaterales.
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