A seis años de haberse alejado de las drogas, Paris Jackson, hija de Michael Jackson, reapareció en redes para compartir una de las consecuencias físicas más persistentes de su adicción: una perforación en el tabique nasal.
La también cantante y actriz explicó en un video que sufre una perforación septal, es decir, un orificio en el cartílago que separa las fosas nasales. Con la linterna del teléfono, mostró el interior de su nariz y relató los efectos del daño.
“Tengo un silbido muy fuerte cuando respiro por la nariz”, dijo Paris. “Eso es… lo que creen que es. No consuman drogas, niños. O bueno, háganlo; cada quien vive la experiencia que necesita vivir”, reflexionó. Sin embargo, fue clara: “No lo recomiendo. Me arruinó la vida”.
“He vivido con esto desde los 20”
Paris confesó que no desea operarse para corregir la perforación, ya que el procedimiento requeriría medicamentos que prefiere evitar por su historial de adicciones.
“He vivido con esto desde los 20 años y es un fastidio cuando estás en el estudio”, explicó. En tono sarcástico, mostró que incluso puede meter un espagueti por la nariz y moverlo de lado a lado. Al final del clip, dejó escuchar el peculiar silbido que se genera al respirar.
Limpia de toda adicción
Hace diez meses, Paris compartió un mensaje celebrando su sobriedad y la nueva etapa que vive, tras una adolescencia marcada por la depresión, ansiedad y consumo de alcohol y heroína.
“Hola, soy Paris Jackson y soy alcohólica y adicta a la heroína”, escribió en ese momento. A sus 26 años, Paris asegura que estar sobria le devolvió la sonrisa, el sentido de vivir y el amor por las pequeñas cosas.
“Es gracias a que estoy sobria que hoy puedo sonreír. Puedo hacer música y disfrutar del amor de mis perros y mi gato. La vida sigue, esté sobria o no, pero hoy tengo la oportunidad de vivirla. No puedo creer que casi me lo pierdo todo. Gracias”, indicó en su momento.
Una vida marcada por el dolor y la fama
Paris Jackson creció bajo el cuidado de su padre, el Rey del Pop, junto a sus hermanos Michael Joseph y Blanket. La muerte de Michael Jackson en 2009, cuando ella tenía apenas 11 años, marcó su vida profundamente.
Tras ese suceso, su abuela Katherine Jackson asumió la crianza de los niños. Pese a haber crecido con fama y recursos, Paris vivió experiencias traumáticas como acoso, agresiones y episodios de autolesión.
En 2013, tras ingerir pastillas de ibuprofeno y cortarse los brazos, fue enviada a una escuela terapéutica en Utah, donde comenzó su proceso de recuperación. Hoy, su testimonio y valentía siguen inspirando a miles.
CHECA AQUÍ EL VIDEO 👇🏻
