Dramático final tuvo el Gran Premio de Australia pero no en la batalla por la victoria, misma que Carlos Sainz se llevó con autoridad. Fue varios puestos abajo en la parrilla, en la pelea por uno cuantos puntos más, que George Russell dejó la imagen trágica del fin de semana con su W15 casi volcado.
En la pelea por superar a Fernando Alonso, el británico -y único piloto de Mercedes tras el abandono de Lewis Hamilton temprano en la carrera- perdió el control de su auto en la Curva 6 y se fue hacia la grava. Sin embargo, esto no le quitó velocidad al auto que se estrelló contra el muro.
En ese choque, el monoplaza perdió un neumático, además que chocó con tanta fuerza que regresó a la pista, donde quedó de lado. Afortunadamente no dio el giro por completo y no había más autos cerca, por lo que el único perjudicado fue el piloto más joven de Mercedes.
De inmediato salieron las banderas amarillas y el Virtual Safety Car, el cual marcó poca diferencia, ya que era el último giro de la carrera. Este desafortunado incidente le quitó un poco de brillo a la victoria de Sainz y el doblete de Ferrari con Charles Leclerc, que pusieron fin a la racha dominante de Red Bull.