Esperado debut de San Diego en casa termina con 0-0 y con lesión del 'Chucky' Lozano

Cada asiento del Snapdragon Stadium estaba ocupado el sábado desde mucho antes de que San Diego ingresara a la cancha por primera vez. Cuando el nuevo equipo de la MLS puso en marcha su primer partido como local, la multitud mostró un entusiasmo que se había guardado durante décadas.

Amargo empate sin goles

Un 0-0 final apagó un tanto el entusiasmo. Y una lesión del mexicano Hirving “Chucky” Lozano generó preocupación entre los 34.506 aficionados que lo habían aclamado más que a nadie.

La 30ma franquicia de la MLS está activa en casa, para beneplácito de una ciudad hambrienta de deporte profesional de elite, y particularmente deseosa de contar con fútbol de alto nivel.

Pese a realizar 14 disparos y contar con 67,1% de la posesión del esférico, los locales no lograron vulnerar el arco de Roman Bürki.

San Diego había iniciado la campaña con un triunfo de 2-0 en casa del Galaxy de Los Ángeles, el campeón defensor de la MLS.

En la segunda fecha, no hubo triunfo ni goles, pero sí entusiasmo por un debut histórico.

“Es un día histórico”, consideró Mohamed Mansour, dueño del club, en declaraciones a The Associated Press. “Estoy muy emocionado. Es un gran día para nosotros, y simplemente espero que continuemos haciendo lo mejor y trabajando duro. Va a ser un gran viaje, pero somos ganadores por naturaleza y conformaremos un club que hará felices a todos en San Diego”.

Lozano salió lesionado

Lozano, de 29 años, emocionó a los espectadores con sus escapadas temerarias en los primeros minutos. Mostró el ritmo acelerado que San Diego espera mostrar al ataque.

Pero el seleccionado mexicano, exjugador del PSV de Holanda y el Napoli de Italia, se sujetó una pierna y abandonó el partido a los 31 minutos.

De cualquier modo, la noche cumplió el sueño de varias generaciones de aficionados locales, quienes han visto cómo jugadores surgidos de sus ligas juveniles se abren paso a niveles superiores en este deporte.

El sol que brilla todo el año en la ciudad y su ubicación en la frontera con México la convierten en un paraíso para el futbol. Pero años de intentos por obtener un equipo en la MLS habían naufragado hasta ahora.

En tres ocasiones durante el segundo tiempo, se advirtió al público que dejara de corear el insulto homofóbico en español que se presenta ocasionalmente en los partidos en México.

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