JORGE JARAMILLO
En partido clave en sus aspiraciones a la clasificación, los Potros del Atlante obtuvieron un importante triunfo en casa, al vencer 3-1 al Atlas, rival de grupo y alcanzando nuevamente la cima de su sector, empatado con América en puntos, pero con mejor diferencia de goles.
Nuevamente el conjunto dirigido por Miguel Herrera dio un concierto de buen futbol aunque con las ventajas de tener un hombre más en la cancha desde el minuto 4, tras la expulsión de Édgar Pacheco, luego de una fuerte barrida con los tachones por delante sobre Alex Diego, que dejó a los Rojinegros con 10 jugadores.
Con los espacios en el terreno, los Potros comenzaron a tocar el balón, armando sus jugadas al frente y no tardó en hacerse presente en el marcador, cuando Francisco Fonseca recibió un centro pasado, el cual bajó con el pecho para luego disparar de zurda, justo en el pequeño espacio entre la pierna del arquero y la base del poste.
Los rojinegros no tuvieron otra opción más que la de buscar el contragolpe. El planteamiento era claro, mucho orden y agrupando jugadores en la zona baja y dejando al ‘Chango’ a la espera de una sandía que pudiera redondear con su habilidad para convertirla en gol. Pero aún con la inferioridad numérica, Atlas tuvo a su mejor aliado en los errores de los Potros que por nada, se comenzaron a complicar el partido, dejándose llegar a los tapatíos con mayor frecuencia a su área.
Al minuto 58, Jorge Hernández salvó en la línea un remate de media vuelta Flavio Santos y posteriormente Michael Ortega realizó un disparo desde fuera del área. Un par de avisos serios para que los Potros despertaran y se volvieran a meter al partido.
El encuentro volvió a su normalidad, con un Atlante en busca del marco rival y Atlas defendiéndose y esperando un milagro; sin embargo, los Rojinegros cavaron su propia tumba iniciando la segunda parte, por un autogol cuando Lucas Ayala intentó evitar un remate de cabeza de Cardacio, el balón pegó en el poste y el arquero Miguel Pinto no pudo controlar y terminó por meterlo en su meta.
Los ajustes hechos por Benjamín Galindo en su equipo, metiendo a Gerardo Espinoza como enganche y luego a Carlo Costly en la delantera, fueron insuficientes en busca del milagroso empate; del otro lado, los ajustes del Piojo Herrera tuvieron mejor efectividad, comenzando por cambiar de cinco a línea de cuatro defensas, además de meter a Cardacio en el medio campo, Mármol en la central y Giancarlo Maldonado en el ataque.
Más adelante, Kikín Fonseca estuvo a punto de meter el tercero, tras una gran jugada del Hobbit Bermúdez, quien desde el mediocampo tocó a Giancarlo, quien a su vez centró raso a la llegada de Fonseca quien bombeó apenas por encima del marco. Pero no pasó mucho tiempo para que Maldonado firmara el tercer tanto del conjunto azulgrana, tras recibir n balón dentro del área, sacar al arquero de su marco y definir demedia vuelta entre dos defensas.
Si bien el partido ya estaba perdido para los Rojinegros, la actitud y vergüenza deportiva seguían intactos, aun casi al final del encuentro, cuando Carlo Costly consiguió el tanto de la honra tapatía, tras un rebote del arquero Muñoz, el cual sólo empujó con el cuerpo al fondo de las redes.
