El clásico entre los dos Borussias terminó pintado de amarillo. Borussia Dortmund impuso condiciones en casa y superó con autoridad al Mönchengladbach por 2-0, resultado que le permite cerrar la jornada en el segundo escalón de la Bundesliga, a seis unidades del líder Bayern Múnich, que aún tiene compromiso pendiente.
Desde los primeros minutos el conjunto dirigido por Niko Kovač mostró iniciativa y claridad. La apuesta por Jobe Bellingham en el once inicial dio equilibrio en la medular y, apenas al minuto 10, el marcador se abrió tras una jugada bien trabajada por la banda que culminó Julian Brandt con un potente remate, firmando así una nueva anotación en una temporada muy productiva para el internacional alemán.
Dominio inicial y momentos de tensión
Con la ventaja tempranera, el Dortmund buscó ampliar la diferencia, pero se topó con una gran intervención del arquero Moritz Nicolas, quien negó el gol a Adeyemi en un disparo a quemarropa pasada la media hora. Ese aviso despertó al Gladbach, que comenzó a adelantar líneas y puso en aprietos a la zaga local.
La respuesta defensiva llegó de la mano de Gregor Kobel, quien antes del descanso se lució al ganar un mano a mano frente a Rocco Reitz, evitando el empate y sosteniendo la mínima ventaja rumbo al vestidor en un tramo del partido donde los locales parecían perder control.
Gol definitivo y cierre perfecto antes del parón
El complemento arrancó con intensidad. Dortmund llegó a festejar una anotación de Serhou Guirassy, pero la jugada fue invalidada por posición adelantada. Minutos después, Adeyemi protagonizó un episodio de frustración al ser sustituido, reflejo de la tensión que se vivía en el campo.
Con el paso de los minutos, el Gladbach insistió y volvió a exigir a Kobel, quien al 80’ desvió un disparo peligroso de Mohya. Los cambios ofensivos del Dortmund parecían apuntar más a conservar el resultado que a liquidarlo, incluso cuando Beier falló una ocasión clara en los instantes finales.
Sin embargo, el propio Beier encontró redención en el tiempo agregado. Tras una asistencia precisa de Fábio Silva, el atacante definió con frialdad para sellar el 2-0 definitivo y desatar el festejo en el Signal Iduna Park.
La victoria confirma el buen momento del Borussia Dortmund, que se marcha al receso invernal instalado en la parte alta de la tabla y con la sensación de haber superado una prueba clave en un duelo de alta rivalidad dentro del futbol alemán.
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