Danny Drinkwater, exfutbolista inglés de 35 años, es hoy uno de los ejemplos más llamativos de transformación personal en el futbol moderno. De levantar el trofeo de la Premier League con el Leicester City en 2016 a trabajar en obras de construcción en 2024, su historia es un recordatorio de que la fama y la fortuna no garantizan la felicidad ni la estabilidad emocional.
Del cielo a la tierra
Durante su carrera profesional, Drinkwater acumuló cerca de 45 millones de euros en salarios, la mayoría provenientes de su etapa en el Chelsea, donde cobró más de 34 millones de euros en cinco años. Sin embargo, el mediocampista apenas disputó 23 partidos oficiales con el club londinense. Un contraste brutal entre ingresos y rendimiento que marcó el inicio de su declive deportivo.
Su etapa dorada llegó en el Leicester City, donde formó una dupla legendaria con N’Golo Kanté en el mediocampo. Bajo la dirección de Claudio Ranieri, Drinkwater fue pieza clave en el histórico campeonato del club en 2016. Ese éxito lo catapultó al Chelsea, que pagó 35 millones de libras por su fichaje, sin embargo, la presión, las lesiones y la falta de continuidad lo sumieron en una crisis profesional y personal que lo alejó del brillo de la élite.
Durante su tiempo en Stamford Bridge, Drinkwater percibió un sueldo de hasta 120.000 libras semanales (6,24 millones de euros al año). Pero su carrera entró en un bucle de frustración, lesiones y problemas fuera del campo. En 2019 fue arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol y, ese mismo año, sufrió una agresión en una discoteca de Mánchester.
¿Cómo pasó Danny Drinkwater de millonario a trabajar en la construcción?
Tras su salida del Chelsea, Drinkwater intentó reinventarse con inversiones en el sector de la restauración. Sin embargo, sus negocios FoodWell y Firefly acumularon más de 3 millones de libras en deudas y terminaron en quiebra. El exjugador perdió alrededor de 900.000 euros de su patrimonio personal, lo que agravó su inestabilidad financiera y emocional.
En octubre de 2023, Drinkwater anunció su retiro oficial del futbol profesional. Pocos meses después, en julio de 2024, sorprendió a sus seguidores al publicar en Instagram una foto trabajando como obrero, con chaleco reflectante y casco de seguridad. Aunque muchos se burlaron de su nueva vida, él respondió con serenidad:
“Me gusta lo que hago ahora. Es una decisión personal”, respondió a los comentarios en su publicación de Instagram.
En otra publicación reafirmó: “Me encanta estar en la obra trabajando duro. Es mi elección”.
Lo más impactante de su reinvención no fue el cambio de profesión, sino su reflexión sobre el dinero y la salud mental. Drinkwater declaró que la riqueza nunca resolvió sus problemas y que su bienestar actual proviene de la simplicidad del trabajo físico y del equilibrio emocional que había perdido en su etapa como futbolista.
“El dinero no resuelve nada… la salud mental es más importante que lo físico”, afirmó en una entrevista reciente.
De futbolista millonario a trabajador de la construcción, su vida demuestra que la felicidad no se mide en cifras bancarias, sino en la capacidad de encontrar sentido en lo cotidiano. Su caso se ha convertido en un referente sobre cómo reinventarse cuando la fama se apaga, y sobre la importancia de la salud mental en el deporte.
