Bélgica afronta la última jornada de las Eliminatorias UEFA rumbo al Mundial 2026 con la obligación moral de mantener su jerarquía, aun cuando ya tiene asegurado su lugar por lo menos en el Repechaje. El equipo dirigido por Domenico Tedesco llega a este compromiso con una mezcla de solidez ofensiva y consistencia en resultados recientes que lo colocan como amplio favorito. Para la visita, Liechtenstein, el partido representa más un ejercicio de orgullo que una lucha por puntos, pues su eliminación está sellada desde hace varias semanas.
Los Diablos Rojos vienen de un 1-1 ante Kazajistán que dejó sensaciones encontradas en la afición, pero que no empaña un registro de cuatro encuentros sin derrota, con 17 goles a favor y solo 3 en contra. Tedesco continúa afinando su esquema con base en posesión alta, ataques verticales y una defensa que se ha mostrado estable pese a algunas ausencias por lesión. En redes sociales, los seguidores belgas exigen un cierre contundente para mantener el impulso de cara a la fase final.
Liechtenstein, por su parte, encara el duelo después de caer 0-1 ante Gales, un resultado que prolonga su racha negativa en el torneo. En sus últimos cuatro compromisos ha recibido 19 goles y no ha podido anotar, un reflejo de las dificultades ofensivas y las constantes desatenciones en la zona baja. Aunque excluido de la competencia, el combinado del Principado utiliza estos partidos para dar rodaje a jóvenes y probar variantes tácticas que sirvan como base para futuros ciclos.
El antecedente inmediato entre ambos equipos tampoco es alentador para los visitantes: el pasado 4 de septiembre, por la fase de grupos, los belgas aplastaron 6-0 a un rival sin respuestas en ningún sector del campo. La memoria de aquella goleada reaparece en la previa y aumenta la presión sobre un Liechtenstein que apunta a una actuación más ordenada y combativa esta vez.
Bélgica quiere ritmo; Liechtenstein busca dignidad
Mientras Bélgica trabaja para mejorar automatismos y cerrar la eliminatoria con una presentación sólida, Liechtenstein se aferra a la idea de resistir y sorprender con alguna transición rápida o un balón detenido. El contraste entre ambos planteles es evidente, pero el fútbol europeo ha demostrado que incluso en partidos desbalanceados pueden surgir historias inesperadas.
La afición belga ya se prepara para lo que espera sea un espectáculo ofensivo. Medios locales señalan que Tedesco podría rotar algunas piezas sin perder potencia en ataque, combinando figuras consolidadas con jóvenes que buscan un lugar definitivo en el once. Liechtenstein, fiel a su perfil defensivo, aspira a mantener la concentración los 90 minutos, una tarea que ha sido un desafío durante todo el torneo.
