Samuel Eto’o, uno de los nombres más emblemáticos en la historia del futbol africano y mundial, vuelve a estar bajo los reflectores, aunque no precisamente por motivos deportivos. El exgoleador del FC Barcelona y del Inter de Milán atraviesa un nuevo episodio de controversia que amenaza con empañar aún más su legado, ahora desde su rol como presidente de la Federación Camerunesa de Futbol (Fecafoot).
En los últimos meses, la figura de Eto’o ha pasado de ser la de una leyenda respetada a la de un dirigente rodeado de cuestionamientos. Diversas acusaciones legales, conflictos administrativos y decisiones deportivas polémicas han generado un clima de tensión constante en el futbol camerunés, justo cuando el país se prepara para uno de los torneos más importantes del continente: la Copa Africana de Naciones.
Lejos de apaciguar las aguas, la situación parece escalar con el paso de los días. La destitución del seleccionador nacional, el choque de poderes entre la federación y el gobierno, así como una convocatoria que dejó fuera a figuras históricas, han convertido a Camerún en el epicentro de un auténtico terremoto institucional. Y, en el centro de todo, vuelve a aparecer el nombre de Samuel Eto’o.
Guerra institucional en Camerún a días de la Copa África
La Federación Camerunesa de Futbol vive horas de máxima tensión. A tan solo diez días del inicio de la Copa África, Fecafoot anunció la destitución del entrenador belga Marc Brys, una decisión impulsada directamente desde la presidencia que encabeza Eto’o. Sin embargo, el técnico se negó a abandonar su puesto, alegando que su contrato sigue vigente y que únicamente el Ministerio de Deportes tiene la autoridad legal para removerlo.
Brys aseguró públicamente que no ha recibido ninguna notificación oficial del Ministerio, por lo que continúa considerándose el director técnico legítimo de los Leones Indomables. Esta postura ha evidenciado una fractura institucional sin precedentes entre la federación y los organismos gubernamentales, dejando al seleccionado nacional en una situación de incertidumbre total.
Pese a la resistencia del entrenador belga, Fecafoot avanzó unilateralmente y presentó a David Pagou como nuevo seleccionador. El movimiento no solo encendió las alarmas en el entorno futbolístico, sino que provocó un choque directo de decisiones: dos entrenadores, dos listas distintas y una selección partida en medio de un conflicto de poder.
La convocatoria que desató el escándalo y la sombra del récord de Eto’o
La polémica se intensificó con la publicación de la lista de convocados para la Copa África. Mientras Marc Brys ya tenía definida su nómina, David Pagou presentó una convocatoria completamente distinta, dejando fuera a nombres de peso como André Onana, Eric Maxim Choupo-Moting y, especialmente, Vincent Aboubakar.
La ausencia del delantero generó un fuerte revuelo tanto en Camerún como en medios internacionales. Según reportes de portales como The Sun y Sport, la decisión tendría un trasfondo que va más allá de lo deportivo. Las versiones señalan directamente a Samuel Eto’o como el principal responsable, motivado por el temor de que Aboubakar supere su récord como máximo goleador histórico de la selección camerunesa.
Eto’o cerró su carrera internacional con 56 goles, mientras que Aboubakar, a sus 33 años, ya suma 45 tantos. La diferencia de once goles es considerada alcanzable, especialmente en un torneo como la Copa África. De acuerdo con estas versiones, el dirigente no vería con buenos ojos perder una marca histórica que aún lo mantiene como referente absoluto del futbol camerunés.
Las graves acusaciones legales que rodean a Samuel Eto’o
El contexto no podría ser más delicado. A esta nueva controversia se suman múltiples acusaciones que han golpeado la credibilidad de Eto’o en los últimos meses. Entre los cargos que pesan sobre él se encuentran presuntos actos de corrupción, posible arreglo de partidos en la Segunda División de Camerún, manipulación electoral dentro de la federación y silenciar a voces opositoras.
Además, enfrenta señalamientos por fraude fiscal en España por un monto estimado de 4.4 millones de dólares, conflictos de interés vinculados a la casa de apuestas rusa 1xBet y un supuesto desvío de 1.5 millones de dólares provenientes de partidos amistosos de la selección nacional.
Ante este panorama, en agosto se solicitó formalmente a la FIFA la suspensión provisional de Eto’o y la apertura de procedimientos bajo el Código de Ética. También se pidió a la Confederación Africana de Futbol (CAF) su suspensión del Comité Ejecutivo, así como al Ministerio de Deportes de Camerún la aplicación de la legislación nacional y una revisión profunda de los estatutos de la Fecafoot.
