La FIFA dio a conocer nuevas precisiones reglamentarias para el Mundial 2026, un torneo que ya está marcado por su formato ampliado y que ahora suma detalles clave vinculados al criterio de desempate, la cantidad de suplentes y disposiciones especiales por condiciones climáticas. Las medidas buscan homogeneizar el reglamento de las principales competiciones internacionales y adaptarlo a las exigencias de un certamen que se disputará en pleno verano de Norteamérica.
Una modificación significativa aparece en el apartado de los criterios de desempate dentro de la fase de grupos. A diferencia de lo que ocurre tradicionalmente en el futbol de selecciones, la diferencia de gol dejará de ser el primer recurso para resolver la igualdad entre dos o más equipos. En su lugar, se priorizará el resultado del enfrentamiento directo, un esquema similar al que se aplicará en el Mundial de Clubes 2025.
Con esta decisión, la FIFA busca que los choques entre rivales directos tengan un peso aún mayor en el desarrollo de la tabla. Así, si dos equipos culminan con la misma cantidad de puntos, clasificará aquel que haya ganado el duelo entre sí. Solo en caso de que el cruce particular no resulte suficiente —por ejemplo, en empates múltiples— se activarán los criterios adicionales.
El primer paso de esa lista secundaria será analizar la diferencia de goles obtenida únicamente en los partidos disputados entre las selecciones involucradas. Si persiste la igualdad, se evaluará el mayor número de tantos anotados en esos mismos encuentros directos, lo que añade una nueva capa de detalle estadístico para definir posiciones.
Si los desequilibrios no alcanzan en ese tramo, recién entonces se considerará el rendimiento global dentro del grupo: primero la diferencia de gol en todos los partidos y luego la cantidad de goles marcados a lo largo de la fase. Estos parámetros devolverán cierto peso al desempeño general, aunque siempre en un orden de prioridad posterior al cara a cara.
Como último recurso, volverá a tener protagonismo la conducta deportiva. El llamado “fair play” se medirá basándose en el puntaje negativo acumulado por tarjetas amarillas y rojas, tanto de los jugadores como del cuerpo técnico. De persistir la paridad, podrían emplearse sorteos tal como prevé el reglamento, aunque la FIFA confía en que la nueva estructura minimizará la necesidad de llegar a ese extremo.
Otra de las novedades más relevantes es la confirmación de que cada entrenador podrá llevar hasta 26 futbolistas en su lista final. Esta ampliación, que ya se había implementado en Qatar 2022 con carácter excepcional, ahora queda definitivamente instaurada para la Copa del Mundo, ofreciendo a los seleccionadores un margen mayor para cubrir contingencias físicas y tácticas durante el mes de competencia.
Además, se oficializó que, como en la última edición, los 15 suplentes podrán sentarse en el banco y quedar a disposición del cuerpo técnico en cada partido. El reglamento aclara que no se permitirá la presencia de más de 26 personas en ese sector, entre futbolistas y oficiales. La medida apunta a mantener un orden operativo en los estadios y garantizar espacio suficiente para la atención médica y logística alrededor del campo de juego.
