Wayne Rooney, una de las figuras más emblemáticas del futbol inglés y leyenda del Manchester United, reveló detalles inéditos sobre los momentos de extrema tensión que vivió en 2004, cuando dejó el Everton para fichar por el club de Old Trafford. El exdelantero, hoy retirado, describió aquel periodo como uno de los más difíciles de su carrera profesional.
El traspaso, valorado en más de 30 millones de euros, provocó una ola de reacciones adversas entre sectores radicalizados de la afición del Everton. Rooney, quien había surgido de la cantera del club de Liverpool, explicó que la ruptura con sus raíces deportivas no fue bien recibida por todos y que muy pronto comenzaron a aparecer señales de hostilidad.
“Recibí amenazas de muerte”, contó el exfutbolista en una entrevista con la cadena británica BBC. “Pintaron y destrozaron la casa de mis padres. Lo mismo pasó en la casa de mi novia”. Estas acciones, según relató, marcaron profundamente a su familia, que tuvo que enfrentar un clima de tensión constante durante varios meses.
Rooney señaló que la presión se vio amplificada por la fuerte carga emocional que rodeaba al Everton y por la histórica rivalidad entre las ciudades de Liverpool y Manchester. Para muchos hinchas, su salida rumbo al United significó una traición, lo que derivó en escenarios de violencia e intimidación.
A pesar del impacto emocional, el delantero aseguró que mantuvo una mentalidad férrea para seguir adelante con su decisión. “En esos momentos tienes que ser muy fuerte mentalmente y apoyarte en la gente que tienes cerca”, afirmó. Recordó que, aunque entendía el disgusto de parte de la afición, estaba convencido de que fichar por el United era el paso correcto para su carrera.
“Era gente de mi ciudad, así que fue duro, pero pensé: ‘no me importa, tienes que ser egoísta y tomar decisiones’”, explicó. Rooney insistió en que su determinación fue clave para superar los ataques y avanzar hacia una de las etapas más exitosas de su trayectoria deportiva.
En la entrevista, el exjugador también reflexionó sobre cómo han cambiado las dinámicas de exposición pública desde sus días como joven promesa. Comparó su experiencia con la de su hijo Kai, quien a sus 16 años ya forma parte de la academia del Manchester United y está expuesto a un nivel de atención impensable en su época.
“La diferencia ahora son las redes sociales”, señaló. “Veo a mi hijo, que está en redes, juega para el United, está patrocinado por Puma y miles de personas lo observan. A mí no me pasaba eso”. Para Rooney, el entorno digital añade un nuevo nivel de presión sobre los jóvenes talentos, que deben aprender a convivir con la visibilidad constante desde edades tempranas.
Parte del contenido de este artículo fue elaborado con asistencia de herramientas de Inteligencia Artificial y revisado por un editor de RÉCORD.
