En una espectacular noche en Elland Road, Leeds United consiguió una vital victoria por 3-1 ante el Chelsea, tercero en la tabla, gracias a los goles de Jaka Bijol, Ao Tanaka y Dominic Calvert-Lewin. El resultado permite a los Whites ascender en la clasificación, superando al West Ham y abandonando la zona de peligro.
El técnico Daniel Farke introdujo cuatro cambios respecto a la derrota previa en el Etihad, destacando el regreso de Anton Stach tras superar una conmoción, junto a Bijol, Gabi Gudmundsson y Calvert-Lewin.
Desde el inicio, el ambiente fue electrizante con un lleno total de 34,000 espectadores, y Leeds United salió a presionar. Tras dos intentos bloqueados de Stach, el primer golpe llegó desde un tiro de esquina. Jaka Bijol se elevó con determinación en el primer poste para cabecear el balón más allá del alcance del portero Robert Sánchez, anotando su primer gol para el Leeds y poniendo el 1-0.
Leeds mantuvo el control y su enfoque ofensivo dio frutos nuevamente. Tras una recuperación de Lukas Nmecha en el mediocampo, el capitán Ethan Ampadu asistió a Ao Tanaka, quien ejecutó un potente y raso disparo cruzado que se coló en la red. Con un 2-0 en el marcador, los locales se mostraron tranquilos y defensivamente sólidos para cerrar la primera mitad.
La segunda parte comenzó con el Chelsea buscando la reacción. Fue el sustituto del descanso, Pedro Neto, quien logró reducir la ventaja al aprovechar un centro de Gittens para empujar el balón al fondo de la portería, poniendo el 2-1. La tensión aumentó cuando un gol de Nmecha fue anulado por fuera de juego poco después.
El partido se convirtió en un toma y daca. Chelsea tuvo la oportunidad de igualar con un disparo de Cole Palmer que se marchó rozando el poste, pero fue Leeds quien demostró mayor temple. En una jugada decisiva, Okafor le robó el balón a Adarabioyo en el área y, tras un rebote favorable, el experimentado delantero Dominic Calvert-Lewin solo tuvo que empujar el balón a la red para marcar el 3-1, sentenciando el encuentro.
El partido culminó con el debut en la Premier League del fichaje de verano Sebastiaan Bornauw en los minutos finales, consolidando una noche memorable para el club. La victoria se celebra efusivamente en West Yorkshire, con el equipo de Farke logrando un resultado crucial para sus aspiraciones en la máxima categoría.
