Chivas se ha caracterizado por mantener una identidad única en el futbol mexicano al apostar solo por jugadores nacionales. Sin embargo, no todas las contrataciones del Guadalajara han dado los resultados esperados. A lo largo de los años, el Rebaño Sagrado ha realizado fichajes que no lograron rendir dentro del terreno de juego y que quedaron marcados como apuestas fallidas en la historia rojiblanca.
Uno de los casos más recientes es el de Javier ‘Chicharito’ Hernández, quien regresó al club en 2024 tras su paso por Europa y la MLS. El máximo goleador histórico de la Selección Mexicana volvió con la intención de cerrar su carrera en casa, pero hasta ahora no ha podido tener continuidad ni peso ofensivo. Aunque su liderazgo fuera de la cancha ha sido reconocido, su desempeño ha dejado dudas sobre su aporte deportivo.
Entre los delanteros que no lograron consolidarse destaca Oribe Peralta, quien llegó a Chivas en 2019 después de un exitoso paso por América. Su llegada causó polémica entre los aficionados por su pasado azulcrema, y en el terreno de juego no logró responder a las expectativas, pues en 41 partidos jugados con el Rebaño solo registró dos tantos.
Otro fichaje que no cumplió con las expectativas fue el de Ángel Reyna, quien arribó como el ‘bomba’ del Apertura 2014. El mediocampista ofensivo, recordado por su carácter fuerte, solo anotó un gol en 28 encuentros antes de ser separado del plantel por indisciplina. Su salida se concretó cuando fue relegado al equipo de Chivas San Rafael.
El mediocampista Carlos Peña vivió una historia marcada por contrastes. Tras destacar en León, el ‘Gullit’ llegó al Rebaño con la etiqueta de figura, pero sus problemas personales afectaron su rendimiento. Aunque tuvo algunos momentos destacados, su irregularidad y temas extradeportivos impidieron que se consolidara como referente en el equipo.
En el caso de Uriel Antuna, su paso por Guadalajara comenzó con buenas actuaciones, pero terminó con una ruptura con la afición y la directiva. Durante su último semestre, el atacante solo disputó 15 encuentros sin contribuir con goles ni asistencias, lo que aceleró su salida del club rumbo a Cruz Azul.
El histórico goleador Jared Borgetti también tuvo un paso breve por el conjunto tapatío. Llegó en una etapa final de su carrera y disputó 13 partidos sin marcar. Aunque su nombre representaba jerarquía, en la cancha no logró adaptarse al esquema ni convertirse en referente ofensivo.
Por su parte, Aaron Galindo fue otro de los fichajes que no funcionaron como se esperaba. Tras su experiencia en el futbol europeo, Chivas lo incorporó en 2010, pero el defensa decidió no presentarse con el club, lo que derivó en una sanción que lo dejó sin actividad durante un año completo.
El mediocampista Luis Pérez también tuvo un paso discreto. Tras su éxito con Monterrey, donde levantó tres títulos, llegó a Chivas con la intención de ser líder en el medio campo. Sin embargo, las lesiones limitaron su participación y nunca pudo establecerse como titular indiscutible.
El exfutbolista de Atlas y Tecos, Juan Pablo Rodríguez, decidió vestir la camiseta rojiblanca en la parte final de su carrera. Su etapa en el club fue breve, con apenas 19 partidos y una asistencia registrada. Su rendimiento estuvo por debajo de lo que se esperaba de un jugador con su experiencia.
Finalmente, Carlos Ochoa vivió un paso efímero con el equipo tapatío en 2009. Tras buenas actuaciones con Jaguares y Monterrey, llegó a Guadalajara con la promesa de aportar goles. Sin embargo, en 16 partidos solo logró seis anotaciones, y un semestre después fue dado de baja del plantel.
