Cruz Azul realizó este viernes su último entrenamiento antes del crucial duelo de Cuartos de Final ante Chivas, y lo hizo acompañado de una de sus nuevas cábalas: el banderazo de La Sangre Azul. Alrededor de 300 integrantes del grupo de animación se hicieron presentes en La Noria para alentar sin descanso y encender el ánimo del plantel.

Afición alienta al Cruz Azul en entrenamiento
Los celestes entrenaron con plantel prácticamente completo, con la única ausencia de Kevin Mier y Andrés Montaño. Aun así, los dirigidos por Nicolás Larcamón mostraron gran intensidad y concentración con la mira puesta en vencer al Guadalajara de Gabriel Milito.
El ambiente se elevó todavía más con la presencia del ingeniero Víctor Velázquez, presidente del club, quien saludó y convivió brevemente con los dirigentes de La Sangre Azul, agradeciendo el apoyo en este momento clave del torneo.
El entrenamiento cerró con una postal que reforzó la unión del equipo: Larcamón participó en el tradicional “Torito” junto a sus jugadores.

Al final, el plantel completo se acercó a agradecer a la afición, que respondió con cánticos y banderas. La ilusión está a tope en La Noria, y Cruz Azul quiere llevar ese impulso al partido ante Chivas.
Los jugadores trabajaron bajo un ambiente de fiesta desde el primer minuto. Bombos, banderas y cánticos marcaron el ritmo del entrenamiento, una dinámica que el equipo ha adoptado como un impulso anímico en esta fase final. Para el plantel, sentir a su gente tan cerca se ha vuelto parte esencial de la preparación.
Uno de los jugadores que más efusivo estaba era José Paradela que aplaudió en varias ocasiones a los aficionados que se hicieron presentes.
¿Qué sigue para Cruz Azul?
Con este impulso, Cruz Azul cierra su preparación lleno de ilusión y motivación. La Noria quedó encendida y el mensaje fue claro: equipo, directiva y afición están unidos. Ahora, el reto es trasladar ese ambiente al campo y dar el primer golpe ante Chivas en los Cuartos de Final.





