Una de las más grandes figuras de los banquillos mexicanos partió y dejó una huella imborrable en el balompié nacional. Manuel Lapuente, reconocido entrenador mexicano, falleció el día de hoy, pero su recuerdo en los distintos clubes será eterno, entre ellos en Necaxa; equipo en el que marcó época y cambió para siempre su historia.
El imaginario colectivo recuerda a los grandes futbolistas que portaron el uniforme rojiblanco de los Rayos, como Ivo Basay, Álex Aguinaga, Sergio 'Ratón' Zárate, Alberto García Aspe y otros más. Sin embargo, el arquitecto que se encargó de que todas esas piezas encajaran a la perfección fue 'Manolo' Lapuente.
¿Cómo llegó el poblano a los Once Hermanos?
Su encuentro con el conjunto necaxista no fue desde los años noventa, sino que empezó dos décadas antes, en su época como jugador. En 1966 llegó con el cuadro de los Rayos, pero su aventura como futbolista sólo duró cuatro años. Sin embargo, como toda gran secuela, sus años con aquella característica boina y mirada seria se convirtieron en una parte fundamental no sólo del Necaxa, sino que de la historia del futbol mexicano.
En 1994, Lapuente cambió la Angelópolis por la Ciudad de México, con uno de los tantos equipos que tenía en esos años dorados la capital del país. La conexión fue inmediata, pues en su primer año Lapuente logró su primer título con el Necaxa al derrotar a Cruz Azul, con un global de 3-1; con goles de Ivo Basay y Álex Aguinaga.
Al año siguiente, Manolo logró otro hito: ser el último Bicampeón en torneos largos del futbol mexicano. Si el primer título oficial de Liga MX para el Necaxa fue gigante, el segundo se convirtió en un mito sin precedentes. Manolo y los suyos derrotaron a uno de los equipos más pintorescos de la historia del balompié nacional: el Celaya "merengue".
Pese a que la cajeta es el dulce típico de Celaya, los noventas quedaron marcados por el merengue, en especial de Emilio Butragueño. 'El Buitre' llegó a México en 1995 y llevó a los Toros a aquella Final, que terminó con el triunfo por gol de visitante del Necaxa, gracias a Ricardo Peláez.
También ganó la Copa MX
Uno de los torneos que quedó extinto en años recientes fue la Copa MX, pero Manuel Lapuente también le dio ese título al cuadro necaxista. La Gran Final ante los Tiburones Rojos del Veracruz terminó con dos goles de Ricardo Peláez.
Aquella época dorada del Necaxa siguió, pero Lapuente no estuvo más en ese banquillo. La boina se fue directo a la banca de la Selección Mexicana, que también tuvo otra historia gloriosa. El balompié mexicano despide hoy a una leyenda, pero su palmarés y simpatía vivirán por siempre.
