La final de ida entre Tigres y Toluca comenzó antes del silbatazo inicial. El Estadio Universitario se convirtió en un escenario vibrante cuando la afición felina desplegó un impresionante mosaico que cubrió prácticamente cada rincón del inmueble.
La pasión auriazul se hizo sentir desde el primer instante en que los jugadores saltaron al campo, con una de las exhibiciones visuales más impactantes que se recuerden en una final.
Al momento de la salida de los equipos, miles de cartulinas se levantaron al unísono para formar diversas imágenes emblemáticas del club. En uno de los sectores se dibujó el rostro de un tigre, símbolo que representa fuerza, identidad y pertenencia para la afición felina.
En otra parte del estadio, las gradas se tiñeron para formar la palabra “TIGRES”, un grito visual que retumbó tanto como el ambiente ensordecedor de los aficionados.
Del lado contrario, otro sector proyectó la emblemática “U”, insignia histórica de la institución y orgullo de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Pero el mensaje más emotivo apareció en una enorme manta colocada sobre una de las tribunas. Con letras contundentes se leía: “Verte salir campeón es lo que más quiero”, una declaración directa al equipo en un momento definitivo de la temporada.
El ambiente fue una auténtica fiesta auriazul. El mosaico no solo engalanó la final de ida, sino que también reafirmó el peso de la afición en el “Volcán”, un estadio que volvió a demostrar por qué es uno de los más imponentes del futbol mexicano.
