Cada primavera, un grupo especializado de ejecutivos de la NFL asume una de las tareas más complejas de la liga, construir el calendario de la próxima temporada. Aunque el anuncio oficial suele llegar en abril, el proceso arranca desde enero, cuando los clubes informan a la liga sobre cualquier evento que pueda generar conflictos con los partidos, ya sea por cuestiones de logística, mantenimiento del campo o saturación de tráfico en la zona de los estadios.
Los encargados de la programación deben coordinarse con conciertos, eventos deportivos locales o ferias que puedan afectar la disponibilidad de los recintos. Este trabajo previo permite prever y ajustar las fechas antes de que los equipos y las televisoras conozcan el calendario oficial.
La fórmula que define a los rivales de cada franquicia
El calendario no se elabora de forma aleatoria. La NFL utiliza una fórmula estructurada que garantiza que todos los equipos se enfrenten entre sí al menos una vez cada cuatro años. Cada franquicia disputa 17 partidos de temporada regular, además de una semana de descanso.
Los enfrentamientos se distribuyen de la siguiente manera:
- Seis juegos contra los tres rivales divisionales: dos contra cada uno, uno en casa y otro de visitante. Estos son los únicos partidos que nunca cambian.
- Cuatro juegos contra equipos de otra división dentro de la misma conferencia, también divididos equitativamente entre local y visitante.
- Cuatro juegos contra equipos de una división de la conferencia opuesta.
- Dos partidos contra equipos de las dos divisiones restantes de su conferencia, determinados según la posición final en la clasificación del año anterior.
- El partido número 17 es un cruce adicional ante un rival de una división con la que el equipo no estaba programado para jugar, también basado en la clasificación del año previo.
Este formato asegura tanto la rotación entre conferencias como la competitividad entre equipos con rendimientos similares. En 2025, los equipos de la NFC disputarán ocho partidos de temporada regular como locales, mientras que los de la AFC tendrán nueve, el siguiente año se invertirá y así sucesivamente.
Tecnología y miles de combinaciones posibles
Una vez definidos los parámetros, la parte tecnológica entra en acción. Miles de servidores en la nube generan decenas de miles de combinaciones de posibles calendarios. Los analistas revisan cada versión para evaluar factores como el equilibrio entre juegos de local y visitante, la distancia de los viajes, los días de descanso y la exposición televisiva de cada equipo.
El objetivo no es solo cumplir con los criterios deportivos, sino también optimizar la experiencia del aficionado. La liga busca evitar que un equipo tenga demasiadas semanas consecutivas fuera de casa o que los partidos más atractivos se empalmen en la programación televisiva.
Los horarios estelares y la búsqueda del máximo alcance
La NFL distribuye sus partidos en franjas horarias estratégicas para maximizar la audiencia global. Los duelos más esperados se reservan para los horarios estelares: jueves, domingo y lunes por la noche, estos partidos se deciden tras las actuaciones en la temporada anterior, así como la proyección de cada equipo de cara a la nueva temporada. Además, el último partido del domingo por la tarde suele tener un enfoque especial, pues enfrenta a equipos con alta relevancia mediática o implicaciones directas en la clasificación.
Una tradición reciente es que el campeón del Super Bowl inaugure la temporada como local en el primer partido del jueves por la noche, lo que marca oficialmente el arranque del nuevo año en la NFL.
Equilibrio competitivo y operativo
Cada franquicia tiene asignada una semana de descanso durante la temporada. Los responsables de la programación buscan que esa pausa coincida con una etapa lógica del calendario para evitar ventajas o desventajas competitivas. También intentan distribuir equitativamente los partidos en casa y fuera, tomando en cuenta los viajes internacionales o las fechas especiales como el Día de Acción de Gracias o Navidad.
La construcción del calendario de la NFL combina análisis de datos, herramientas informáticas y logística avanzada. Detrás de cada temporada hay meses de trabajo y miles de simulaciones que garantizan un equilibrio entre competencia, espectáculo y operación, lo que explica por qué, año con año, el calendario siempre es distinto pero mantiene una estructura perfectamente calculada.
