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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Canelo y Chávez Junior: es tiempo de pelear

2017-01-13 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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El boxeo no lo sabe aún, pero agoniza. Está en el round 12, cansado, abatido, superado por sus rivales, carente de credibilidad y sangrando profusamente desde sus viejas heridas.

Que si Mayweather regresa para pelear ante un campeón de la UFC o que si Manny Pacquiao puede ser el mismo mientras compagina, a sus 38 años, la política en Filipinas y el boxeo de las llamadas ‘grandes ligas’. Los últimos números en el ‘Pago por Evento’, la gran modalidad que el boxeo -como deporte- entregó al negocio de la televisión, son realmente dramáticos. Entre los promotores, la televisión (en Estados Unidos), los organismos, las comisiones de boxeo y la falta de una regulación que le dé certeza, dirección y realmente un compromiso al deporte, el boxeo está contra las sogas a punto de ser noqueado por otros espectáculos deportivos de contacto como lo son las artes marciales mixtas.

El 2017 podría ser fundamental para el boxeo, siempre y cuando se concreten las grandes peleas que los aficionados quieren y parecen tener derecho a ver. Sigue siendo, lamentablemente, un deporte de voluntades. La semana se ha ‘distraído’ con una negociación que aparentemente comenzó en algún rascacielos del centro de Los Angeles y se extendió, no sé si penosa o afortunadamente, en las redes sociales. La posible y presumible pelea entre los mexicanos Saúl ‘El Canelo’ Álvarez y Julio César Chávez se debatía entre acusaciones, provocaciones y promesas, debate en el cual no sólo participaban los dos boxeadores, sino que también se incluía al promotor principal de la contienda, Oscar de la Hoya. Lo único que quedó claro de ese ‘zafarrancho’ en las redes sociales es que cada quien persigue su interés -lo cual no es del todo malo- y que cada quien hace su voluntad -lo cual sí que es terrible-. 

En un mundo de caprichos, de negocios, de traiciones, los peleadores, sus promotores, sus agentes, pueden ponerse de acuerdo o no. Depende de lo que les convenga. No hay reglamento, un organismo que sea capaz de empujar las grandes peleas en el momento en el que tienen que ocurrir. El mejor ejemplo de ello sucedió con el desmoralizante combate  ente Mayweather y Pacquiao de hace un par de años, anunciada y vendida como la ‘Pelea del Siglo’.  

Espero y creo que Canelo y Chávez Junior pueden llegar a un ‘arreglo’ para boxear. Esta clase de peleas, de peleadores, son las que necesita el boxeo para alentar la esperanza de un regreso a los días de gloria de este deporte. El Canelo es una estrella, que bien o mal, con sus dudas y sus polémicas, ha hecho una carrera afortunada. Un boxeador fuerte, disciplinado y del que siempre podemos esperar profesionalismo encima del ring. Y Chávez ha atravesado por muchos problemas personales. El mayor de ellos, cargar con un apellido que ‘pesa’ poderosamente sobre sus hombros. Tiene grandes argumentos boxísticos, es una buena persona. Si trabaja, si se esmera, si se sacrifica, si se concentra, puede ofrecerle competitividad al Canelo y también, por qué no, ganarle.

Hay una garantía por encima de los muchos intereses que rodean a este deporte: cuando se reúnen en el ring dos boxeadores de ‘sangre’ mexicana, aquello termina siendo un espectáculo y un duelo al límite, encarnizado. El estilo del Canelo y las condiciones de Chávez Junior pueden brindarnos una noche inolvidable para el 6 de mayo. Es cosa que de firmen la pelea, en la oficina de De la Hoya, en la de Al Haymon (el representante de Chávez) o en el Twitter, pero es tiempo de hacerlo, es tiempo de pelear, muchachos. 

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