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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

El 'eclipse' del campeón

2017-08-22 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Alrededor de Chivas se habla de una “persecución” arbitral y de que Matías Almeyda cometió un error al enfrentar directamente a los silbantes. La realidad es que el Guadalajara parece “perseguido” por su propia irregularidad y la del futbol mexicano.

El eclipsado campeón. Verlo para creerlo: Chivas ha comenzado la semana como el peor equipo en la tabla general del futbol mexicano, cuando hace apenas algunas semanas nos “descosíamos” en elogios para un club de futbol que había alcanzado un estilo y una condición que le daban el cobijo y la seguridad que tanto había buscado en la última época.

Pueden ser las lesiones, puede ser el arbitraje, puede ser la ausencia de una pretemporada, puede ser una baja de juego, pueden ser muchas cosas. La realidad es que por debajo de Chivas, el campeón de Liga y de Copa, no hay nadie más.

Las hipótesis sobre una persecución arbitral no me parece completamente acertada. El Guadalajara ha sufrido como han sufrido otros por las decisiones de los jueces en un futbol que, cargado de intereses, de sospechas sobre corrupción, sigue deteniendo (¿quién sabe por qué?) el arribo de la tecnología, cosa que ya han comenzado a utilizar en Alemania, en Italia y en Estados Unidos. El sistema polémico del ‘VAR’ urge en las canchas mexicanas para que los aficionados de Chivas y de otros equipos se vayan a la cama mucho más tranquilos. La expulsión de Jair Pereira pudo haberse evitado el sábado ante Puebla, pero aun así el Guadalajara no puede sentirse satisfecho con lo poco que hizo en el campo para merecer algo más.

Chivas y Matías Almeyda también requieren una autocrítica profunda. El equipo dejó de jugar bien al futbol. Ha sufrido por lesiones y por ausencias de inicio en un atropellada pretemporada que incluyó el fracaso de la Selección Mexicana en la Copa Oro. Pero también habrá que apuntar y subrayar que Chivas no salió “a jugar” (al mercado de compras y ventas) durante la pretemporada. Prácticamente no adhirió a ningún refuerzo y envió un mensaje directo o subliminal de que comenzaría a utilizar más a sus futbolistas de cantera para evitar que el dueño, Jorge Vergara, tuviese que salir con la chequera en mano cada seis meses a comprar (en precios exorbitantes) a los pocos futbolistas mexicanos que cumplían con la necesidades de vestirse de rojiblancos. Acelerar o adelantar ese proyecto o necesidad propia pudo haberle afectado.

La otra explicación se refiere a la irregularidad casi natural o sobrenatural del futbol mexicano. Un día compites en cierto nivel y al otro te desmoronas injustificadamente. La famosa “Campeonitis”, poco entendida, comprendida y aceptada en algún futbol del mundo como se hace en México. Explicar los motivos muchas veces resulta aún más inconsistente que la propia “enfermedad” del equipo. Y a veces se sale de ella en un par de semanas y en otras se sumerge todavía más en la penumbra de esa paradoja: El Campeón no juega ni actúa como Campeón, pero sigue siéndolo.

Pretextos o justificaciones pueden sobrar. Explicaciones, también. La realidad es una. Chivas ha comenzado el torneo eclipsado. Ver al Campeón sin triunfo y acongojado en los últimos sitios de la tabla no suele ser normal en ningún futbol con excepción de México, donde lo más regular es siempre la irregularidad.

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