opinion.blog.luis-garcia.gala
Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Gala

2017-03-21 | Luis García
LUIS GARCíA
Comparte en:
Contenido Patrocinado

El domingo en Ciudad Universitaria observamos una gran función: dos ideologías sensiblemente distintas en su origen que, dadas sus actuales circunstancias, las han adaptado.

América debió recurrir a un par de jóvenes maravillas como ustedes, Edson Álvarez y Diego Lainez; mientras que Pumas sigue sin dar cabida a promesas emergidas de sus fuerzas básicas, con excepción tuya, Jesús Gallardo. Es decir, la filosofía bajo la cual se han regido ambos clubes desde épocas memoriales fue distinta.

La fiesta también fue el perfecto pretexto para darte un merecido homenaje, Aarón Padilla, pues fuiste un prócer de la Universidad Nacional y del futbol mexicano. Tuve la fortuna de verte en la tarde en un restaurante comiendo con tu familia, amigos y afectos, festejando como bien mereces.

Atendiendo lo que sucedió en la cancha, tú, Ricardo La Volpe, tan vilipendiado, volviste a dar cátedra de cómo se gestiona un equipo; con una plantilla cercenada por lesiones y suspensiones, tuviste que montar con premura y parches un once titular. Inclusive tuvieron que prescindir de ti, Gerson Torres, que a nada estuviste de pisar la grama y hacer perder a los tuyos por el reglamento. Y si lo anterior fuera poco, en los primeros minutos del juego tú, Miguel Samudio, saliste lastimado.

Todo un galimatías que tú, Ricardo La Volpe, solucionaste con atingencia. Eres un genio en cuanto a saber qué sucede dentro del campo, pero lo más importante, sabes cómo modificar en tu favor lo que está sucediendo dentro del mismo. Posees una costra muy gruesa y una espalda muy ancha para que situaciones en urgencia te sacudan; a diferencia de en otros periodos, emanas una serenidad que contagia, ni las buenas te emocionan de más ni las malas te amargan, te mantienes en una plausible franja de inteligencia emocional.

En lo particular me gusta esta nueva versión tuya en donde luces en control por más que la estantería parece se viene abajo. No puedo obviar que te has tardado en impregnar a los tuyos de tu afamado estilo de juego, pero tampoco se puede olvidar que las turbulencias desde el armado del plantel hasta el día de hoy no han parado, turbulencias que no te competen ni están en tu círculo de influencia y decisión.

Por goles de diferencia no están en zona de calificación, cosa que no tengo duda obtendrán. Las pasadas semanas han vivido bajo un aluvión de espinosos asuntos y, de forma sorpresiva, parece que ya visualizaron la otra orilla y van nadando con seguridad hacia ella.

Regresando a los chamacos maravilla del América, es un placer observarlos jugar con envidiable desparpajo, máxime cuando el entorno no es el idóneo. Se dice que a los imberbes hay que llevarlos de la mano, bien protegidos, con cautela, pero ustedes dos están bajo severas lecciones, las cuales están pasando con sobresaliente nota.

En el mismo restaurante en donde me topé a Aarón Padilla y a su familia, también me topé contigo, Diego Lainez, quien, muy decente, fuiste a saludarme y a agradecerme, sin tener por qué, las palabras que escribí sobre ti en RÉCORD hace unas semanas. Como buen ‘groupie’, me tomé la foto contigo; el penoso de mi hijo Mariano no quiso, aunque sí lo hizo su amigo Iñaki Pous, y constaté lo buen chamaco y lo joven que eres. ¡Maldita sea, tengo una hija adolescente tres años más grande que tú!

Lainez y Luis García se conocieron el domingo, tras el triunfo americanista

Del otro lado de la mesa, los Pumas volvieron a exhibir esas pronunciadas altas y bajas que los caracterizan, no han logrado amalgamar ideas o maneras que los hagan lucir sólidos. Son capaces de atropellar a los oponentes por lapsos de partidos, como son capaces de ser atropellados durante el mismo duelo. Los riesgos que asumen son muchos, no los controlan, ni los miden, sobre todo en su zona de retaguardia: por pretender proponer partidos tan largos y anchos, sus defensores quedan expuestos de forma inverosímil y absurda.

Son un equipo mayor en cuanto a las edades de sus elementos y en ocasiones esa supuesta sabiduría que te dan los años y el bagaje no se les nota, no se les percibe, son desbordada emoción y poco cacumen. Y el perfecto ejemplo de lo anterior fuiste tú, Ares de Parga. Como máximo referente de la entidad, no puedes decir antes del partido que van a ganar 3 a 1, la pelota pica para cualquier parte, así que andar dando pronósticos al aire casi siempre terminará explotándote en las manos como sucedió el domingo.

Me da la impresión de que los Pumas desestiman las enseñanzas recibidas, ya van para un año bajo tu gestión, Francisco Palencia, y siguen siendo un equipo desequilibrado, son la penúltima defensiva: han recibido 17 goles en lo que va del torneo; una brutalidad, pero son la tercera mejor ofensiva, con igual número de anotaciones; son el tercer mejor local y el antepenúltimo peor visitante. Desequilibrio por cualquier lugar que se analice.

De esta confusa vorágine de picos y declives te saco a ti, Nicolás Castillo. Eres un futbolista que hace todo bien: retienes la pelota con ferocidad, encuentras posición de remate dentro del área con pasmosa facilidad, siempre le otorgas soluciones a tus emisores, eres dadivoso en la recuperación del balón, rematas en posiciones imposibles y tienes un sólido vínculo con el gol; eres una maravillosa contratación que hace a los Pumas mejores y al medio también.

El domingo fuimos testigos de una grata puesta en escena, de esos combates que justifican la importancia y lo global de la pelota. En lo particular lo disfruté mucho, hartas gracias a ambos por su generosidad para con el juego.

Contenido Patrocinado