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Opinión

Rubén Rodríguez

El periodista de Fox Sports llega a RÉCORD para revelarnos las bombas del futbol nacional y de la Selección Mexicana.

Cruz Azul, máquina de mentira

2016-10-26 | Rubén Rodríguez
RUBéN RODRíGUEZ
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Quizá sin saberlo, pero Tomás Boy le hizo un favor a Cruz Azul, en especial a la parte deportiva y directiva. La renuncia puso en evidencia las carencias no sólo en el campo, sino también la falta de personalidad y carácter de la gente de pantalón largo de la escuadra cementera, quienes esperaron demasiado tiempo para tomar una decisión entercada en un proyecto de mil cabezas (promotores, directiva y cuerpo técnico), basada en el viejo discurso de la continuidad y desarrollo, pese a tener argumentos de sobra para cortarlo: un vestidor partido, jugadores separados, un director deportivo que poco o nada hablaba con su entrenador, futbolistas exhibidos y conductas exageradas e inauditas para un entrenador de renombre, aunado a un presidente que impuso su alineación con la prensa nacional y en repetidas ocasiones manifestó su repudio al proceso de Boy.

Esto trae a colación la poca personalidad de una directiva que hoy ha tirado todo por la borda y da la impresión de darle lo mismo el calificar o sumar su quinto certamen sin Liguilla; un equipo que ha desmoronado la poca grandeza que le queda por su dejo a la nula exigencia en general. Un proyecto que olvida a su afición y que acostumbra a los suyos a jugar con su ilusión.

El nombrar un interino con tres fechas por jugar y posibilidades, remotas, aunque sin duda opciones para aspirar a la Liguilla, sólo da para apostar a la mediocridad en la que se han comportado en los últimos años; vendrán nuevos jugadores, nuevo entrenador, mismo discurso y misma misión, pero hoy en día Cruz Azul claro que es una máquina, pero de mentira.

Boy, el enemigo de Tomás 

Hace días acusó en la cadena ESPN una ola de desprestigio y una campaña en su contra, pero lo que no ha descubierto Tomás es que el único enemigo que tiene lo ve en el espejo, duerme con él, vive con él y convive con él. Boy y lo que fue Boy se ha convertido en su principal enemigo, pues echó a perder un equipo, un grupo que imaginó grandes retos y conquistas con su sabiduría, que, hay que señalar, es mucha en cuestiones tácticas y futbolísticas, de lo mejor en ese rango; sin embargo, su andar y su personalidad no le dio para ir contra su propio trabajo, los discursos tras los hechos eran de la misma calaña: disculpas y más disculpas. Un verdadero líder asume y responde, no hace y se esconde. Hoy Tomás desperdició la más grande oportunidad de su carrera, la que trabajó y soñó, y todo por ser Boy, el eterno gran jugador. 

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