El método Solari
MITO:
¿América entrena a la europea?
REALIDAD:
Llama la atención que ningún jugador tiene la certeza de que será titular ante Pumas y así ha sido todo el torneo. ¿Por qué? El entrenador no quiere que lo sepan.
El día previo a los partidos (si es como local, es en la noche en el Azteca) hace un trabajo de referencias del rival y lo hace en parejas, por posición pone a dos jugadores y con los dos habla acerca de lo que quiere.
Veinte jugadores divididos en 10 posiciones. Los dos hacen los mismos movimientos, los dos reciben las mismas indicaciones, los dos son tratados por igual: Henry-Viñas, Fidalgo-Córdova, Roger-Benedetti, Aguilera-Cáceres, Fuentes-Reyes, etc.
Le pide al arquero suplente que se coloque para salir de meta, le explica a la pareja de delanteros y la de volantes ofensivos que se acerquen a presionar al borde del área. A Sánchez y Madrigal les pide que se adelanten a la espalda de sus compañeros. La figura se transforma de un 1-4-3-3 a un 1-4-1-3-2 , a los contenciones y centrales les advierte que si el rival sale largo tendrán que disputar el balón y estar atento a la segunda jugada.
Hace que el América parezca un motor, con los pistones subiendo y bajando, acomodándose cada vez que aceleran para recuperar la pelota, salen los nueves, arrancan los interiores, aprietan los externos de una banda y su espejo por el otro costado de inmediato equilibra el mediocampo.
CONCLUSIONES:
Solari trabaja con base al orden, ha logrado mecanizar al equipo, parece que ese exceso de movimientos calculados lo ha convertido poco atractivo a la tribuna, pero efectivo en los resultados.
Su metodología de tener preparados a todos los integrantes del equipo es efectiva para esta versión americanista, están preparados para competir.
