Los mediocres no sólo son los que se quedaron sin Repechaje, encabezados por Pumas y su elevada expectativa, sino los que se colaron como visitantes a la última oportunidad por Liguilla y que ya fueron eliminados. Normal.
La Reclasificación no sirve para ir definiendo al campeón, sino para extender el torneo, dar emoción extra y ayudar a un negocio raspado por la pandemia. No hay más. La tendencia de justicia deportiva sigue inalterable en nuestro futbol.
¿Mediocre? El Guadalajara, que en los últimos cinco años sólo alcanzó dos Liguillas. La vulgar realidad de uno de los más grandes de México provocó que su dueño quitara como principal objetivo de cada torneo ser monarca; bajó la meta obligatoria: basta con entrar a la Fiesta Grande. Y también fracasaron.
La comparación es inevitable en el mismo último lustro, el otro grande es lo opuesto: América supo transformarse, entró directo a todas las Liguillas sin ir a Repechaje. Y ahora es favorito al título. La conformidad es madre de la mediocridad.
Y SE DIJO...
