Erik Menéndez, uno de los hermanos condenados por el asesinato de sus padres en 1989, fue hospitalizado de emergencia tras ser diagnosticado con una “condición médica seria”, de acuerdo con reportes oficiales del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California.

El traslado ocurrió el pasado viernes 18 de julio desde la prisión RJ Donovan, en San Diego, hacia un centro médico fuera del penal. Aunque permanece bajo vigilancia, su estado fue descrito como estable. Aunque no se ha detallado oficialmente el padecimiento, medios como TMZ señalan que podría tratarse de cálculos renales o biliares.
Ante este panorama, el abogado defensor Mark Geragos pidió al gobernador de California, Gavin Newsom, que se le otorgue a Erik una licencia médica anticipada para salir del penal y atender su salud en libertad, mientras se prepara para la audiencia de libertad condicional.
“Es una enfermedad grave”, expresó Geragos, quien considera que la hospitalización compromete la capacidad de su cliente para trabajar con su equipo legal de cara a la audiencia programada para el próximo mes.

Tanto Erik como su hermano Lyle fueron resentenciados en mayo de este año a 50 años a cadena perpetua, lo que les permite acceder a una revisión para libertad condicional tras 35 años cumplidos en prisión. La audiencia está agendada para los días 21 y 22 de agosto.
Se espera que, tras esa evaluación, la Junta de Libertad Condicional emita una recomendación. Sin embargo, la decisión final recaerá en el gobernador Newsom.
El caso de los hermanos Menéndez volvió a captar la atención pública tras el estreno de una serie documental en Netflix en 2024, donde se abordaron nuevas evidencias y testimonios en torno al presunto abuso que ambos sufrieron por parte de su padre, José Menéndez.





