En una explosiva entrevista con el influencer Poncho de Nigris, el magnate Ricardo Salinas Pliego relató uno de los episodios más tensos de su carrera: una presunta estafa de 400 millones de dólares orquestada, según dijo, por Vladimir Sklarov, un sujeto de doble nacionalidad ucraniano-americana.
La charla, en la que también participó su sobrino Memo Salinas, incluyó acusaciones, amenazas y hasta una confesión de riesgo de muerte.
“Lo tengo congelado, lo tengo demandado y ya sé que me quiere matar, pero a ver quién se muere primero”, soltó el presidente de TV Azteca, al referirse al presunto estafador.
Así fue como descubrió el fraude
De acuerdo con Salinas Pliego, el fraude salió a la luz durante la pandemia, cuando intentó pagar créditos justo después de que el valor del Bitcoin se disparara. Sin embargo, Sklarov le habría informado que ya se encontraba en “default”, lo que impidió pagar la deuda y provocó la suspensión de acciones de Grupo Elektra en la Bolsa Mexicana de Valores.
“Es un pillo de primera, es un gringo que se llama Sklarovm. Ya ha estado en la cárcel y ahorita está refugiado cerca de Grecia”, explicó el empresario.
Astor Asset Management, la empresa que otorgó el crédito, señaló en un comunicado que Salinas Pliego no había cumplido con el pago ni de la deuda ni de los intereses, lo que habría ocasionado el colapso bursátil de Grupo Elektra en diciembre de 2024, cuando sus acciones cayeron un 70 % en cuestión de horas.
El origen del acuerdo
Según el relato del empresario, en julio de 2021 firmó un contrato de préstamo por 113.8 millones de dólares, dejando 416.3 millones en acciones de Elektra como garantía. El acuerdo se habría pactado con un supuesto Thomas Mellon, quien, según Salinas Pliego, no era más que una fachada de Sklarov.
Los activos, que inicialmente eran garantía, fueron vendidos entre 2021 y 2023. Parte de las ganancias, asegura el empresario, fueron usadas para financiar otros préstamos y otra parte fue transferida a cuentas en Mónaco a nombre de la familia del acusado.
La batalla continúa
Ricardo Salinas dejó claro que el conflicto está lejos de terminar. Dijo tener congeladas las cuentas de Sklarov y presentó demandas legales en su contra. Mientras tanto, aseguró estar consciente del riesgo: “ya sé que me quiere matar”, enfatizó.
Aunque los detalles del caso aún se siguen revelando, la historia ha captado la atención pública por el tono directo del empresario y las implicaciones económicas del conflicto.
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