La Secretaría de Educación Pública (SEP) quiere que las escuelas de México reconozcan la existencia de infancias y adolescencias trans y no binarias. Para lograrlo, presentó el documento “Infancias y adolescencias trans y no binarias”, una guía dirigida al personal docente de educación básica que será discutida en el Consejo Técnico Escolar (CTE).
El texto forma parte del enfoque humanista de la Nueva Escuela Mexicana, con el que la SEP busca construir ambientes escolares donde todas las identidades sean respetadas. Según el material, este cambio es urgente y necesario.
“Es necesario reconocer, valorar y apreciar la riqueza y la diversidad que conforman a las comunidades, a fin de visibilizar la multiplicidad de identidades que coexisten, pues estos elementos convergen en las escuelas y se convierten en desafíos que se han de atender desde el ámbito educativo…”, exponen.

Diversidad en el aula, un reto para el sistema educativo
La guía propone que las comunidades escolares desarrollen pensamiento crítico, sensibilidad y empatía hacia las distintas formas de habitar el cuerpo y expresarse. Para ello, se hace un llamado a los maestros a fomentar espacios seguros y libres de violencia, donde niñas, niños y adolescentes puedan expresarse con libertad y sin temor a ser discriminados.
“Es una invitación a enfrentar nuevos retos desde un enfoque humanista que enfatice el aprecio por la diversidad, lo que contribuye al goce pleno de los derechos de todas las personas”, dice el documento.

Reconocer para no excluir
La SEP subraya que este reconocimiento no es una moda ni una imposición, sino un acto de respeto a los derechos humanos. Y recalca que el nuevo enfoque educativo debe colocar al estudiante en el centro del proceso para garantizar que nadie quede fuera, sin importar su identidad de género.
“Se requiere de pensamiento crítico, sensibilidad hacia las distintas formas de habitar el cuerpo y de una pedagogía que impulse el autoconocimiento, la posibilidad de expresarse libremente, el reconocimiento y respeto de las diferencias sexo-genéricas…”, indicaron.
Este material marca un giro en la política educativa del país, al reconocer formalmente que en las aulas mexicanas también hay niños, niñas y adolescentes trans y no binarios.





