Durante el evento “De la Pista a la Cancha” celebrado en Plaza Carso, el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez habló abiertamente sobre su nueva etapa fuera de la parrilla de pilotos de Fórmula 1. Ahora como parte del proyecto de Cadillac, el tapatío compartió sus emociones respecto a no competir en la temporada actual, reconociendo que atraviesa un momento de sentimientos encontrados.
El expiloto de Red Bull Racing afirmó que es una sensación “muy diferente” no estar presente en las carreras, especialmente al no representar a México en el Gran Premio de su país. Sin embargo, Pérez destacó que también siente una satisfacción profunda al ver cómo el automovilismo nacional ha crecido y consolidado su lugar dentro del calendario internacional de la F1.
“Es una buena sensación, de poder ver todo lo que hemos logrado juntos como afición, con patrocinadores, pilotos, lo que es el Gran Premio de México en su décimo año, es increíble y será un año en el que vamos a extrañar a la afición”, expresó Checo ante los medios, dejando claro que, aunque no esté en la pista, sigue muy vinculado con el deporte motor.
¿Qué significa este nuevo capítulo para Checo Pérez?
La transición de Checo Pérez fuera de la parrilla marca un momento importante en su carrera. A pesar de no competir este año, su vínculo con Cadillac lo mantiene dentro del mundo de las competencias, aunque desde una perspectiva distinta. Para el piloto, esto representa la oportunidad de seguir aprendiendo y contribuir desde otro rol al crecimiento del automovilismo mexicano.
Expertos consideran que esta pausa competitiva podría abrirle nuevas puertas en el futuro, ya sea dentro del automovilismo estadounidense o en proyectos relacionados con el desarrollo de talento mexicano en el deporte motor. Pérez, siempre comprometido con la afición, ha reiterado su deseo de seguir apoyando al deporte desde cualquier trinchera.
El legado de una década del GP de México
El Gran Premio de México cumple diez años desde su regreso al calendario de la Fórmula 1, y Checo Pérez ha sido una figura clave para consolidar su éxito. Su presencia en el circuito del Autódromo Hermanos Rodríguez impulsó una ola de entusiasmo sin precedentes entre los fanáticos, colocando al país en el centro de la atención mundial del automovilismo.
Aunque este año el piloto no competirá, su influencia sigue siendo tangible. La emoción de los seguidores, el apoyo de los patrocinadores y la continuidad del evento demuestran que el legado de Checo va más allá de los resultados en pista. Su historia inspira a nuevas generaciones y reafirma que México tiene un lugar privilegiado dentro del mundo de la F1.
En palabras del propio Pérez, su ausencia será solo un paréntesis en una carrera que aún tiene mucho que ofrecer. Mientras tanto, el piloto se prepara para nuevos desafíos con Cadillac, llevando consigo la bandera mexicana y el orgullo de una afición que lo seguirá apoyando, esté o no en la parrilla.
