El cielo de Budapest fue amenazado por una nube, pero quien cayó como un rayo inesperado fue Charles Leclerc. El piloto monegasco tuvo un cierre impresionante en la Q3, lo que lo hará largar como el poleman en el Gran Premio de Hungría, dejando a ambos McLaren en el segundo y tercer puesto.
Aunque la Clasificación tuvo un dominio monótono por parte de los de Woking, fue hasta el último momento que el piloto de Ferrari se robó la atención en el trazado de Hungaroring. Todos los pilotos salieron con cauchos blandos, aunque la Q1 quedó marcada por una gran vuelta de Fernando Alonso, pero no fue suficiente para superar en ese momento al más rápido, Oscar Piastri. 
La Q2 tuvo un momento que hizo pensar lo peor para los tiffosi, pues Lewis Hamilton tuvo una muy mala tarde y terminó eliminado. Ahora quien dominó fue Lando Norris, lo que hizo pensar a todo mundo, que una vez más McLaren y sus impresionantes monoplazas papaya iban a llevarse los honores.
Lo que nadie esperó fue la gran sorpresa en los últimos momentos de la Q3 de Charles Leclerc, quien con una última vuelta soberbia, se llevó la pole position y partirá en la primera fila junto a Piastri. Detrás del monegasco y el australiano, están Lando Norris y George Russell, quien tuvo una silenciosa, pero gran participación.
La resurrección de Leclerc
El piloto del principado tuvo unos momentos amargos hace unas semanas en Silverstone, por lo que su pole position marca una auténtica resurrección en su carrera. El piloto de Ferrari quiere ser una piedra en el zapato de los pilotos de McLaren antes del parón de verano de la Fórmula 1.
Max fue rápido, pero no lo suficiente
Mientras las alegrías en el paddock de Ferrari fueron notorias, Red Bull continúa en caída libre. La escudería de las bebidas energéticas tuvo un día para el olvido, con Yuki Tsunoda siendo eliminado en la Q1; mientras que Max Verstappen terminó en la octava posición de cara al Gran Premio de Hungría.
