Cuauhtémoc Blanco fallaba un penalti en últimos minutos, Sebastián Abreu marcaba el 2-0 para Dorados a pase de Pep Guardiola en el lejano Clausura 2006.
Ahora el clima cálido, la banda sinaloense y miles de habitantes de Culiacán esperan con ansias el regreso de las Águilas del América después de 10 años de ausencia, para enfentar a Dorados en el encuentro de la Jornada 4.
El descenso de los Dorados había mermado la visita de uno de los clubes más mediáticos del país y ahora las realidades son distintas para ambos equipos.
La escuadra de Ignacio Ambriz anhela la victoria para acabar con una de las semanas más grises para el técnico, mientras que Dorados necesita ganar si quiere dar oxigeno a su permanencia en Primera División.
El Estadio Banorte, antes conocido como Carlos González y González, recibe al cuadro azulcrema despues de una década; sin embargo, tendrá algunas carencias.
Obra negra en túneles, vestidores y muchos espacios en construcción son un obstáculo para presumir el recibimiento de las Águilas. La remodelación lleva poco más de un año, situación que han apresurado para ver terminado en este Clausura 2016 la casa del Gran Pez.
El ambiente en Sinaloa se contagia por el partido de esta noche, donde los boletos se agotaron desde el primer día que salieron a la venta, aún cuando los precios aumentaron hasta un 200 por ciento. También saben que es importante este duelo para conservar las noches de futbol en la máxima categoría.
